Año CXXXVII Nº 48399
Política
Economía
La Ciudad
Opinión
La Región
Información Gral
Escenario
El Mundo
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Salud
Autos


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 23/05
Mujer 23/05
Economía 23/05
Señales 23/05
Educación 22/05
Campo 22/05
Autos 19/05


contacto

servicios

Institucional

 miércoles, 26 de mayo de 2004

Antes de la muerte súbita
Dolores torácicos, palpitaciones y fatiga preanuncian el fatal desenlace

Belén Travesaro / La Capital

La mitad de las muertes ocasionadas por causas cardiovasculares son de características súbitas o inesperadas. Las 24 horas previas al trastorno pueden aparecer síntomas como dolores torácicos, palpitaciones y fatiga, entre otros, que muchas veces pasan desapercibidos. En la mayoría de los casos, la muerte súbita sucede poco tiempo después del inicio de los signos físicos. El doctor Alberto Davidovich, director médico de Emerger y secretario del Comité de Emergencias Cardiovasculares de la Sociedad de Cardiología de Rosario, remarcó a La Capital la importancia de reconocer los signos de alarma para anticiparse al episodio.

El fallecimiento súbito muchas veces sucede en mayores de 35 años que no realizan actividad con frecuencia, y que luego de un esfuerzo físico sufren un paro cardiorrespiratorio. Para evitarlo Davidovich aconseja consultar al médico antes de iniciarse en la práctica de algún deporte. "De esta forma, si existen trastornos cardíacos la persona podrá tomar algunas precauciones", dice.

Los síntomas previos a la muerte súbita son dolores torácicos desde la mandíbula hasta el ombligo; palpitaciones regulares o irregulares; disnea (dificultad respiratoria) o falta de aire desusada en esfuerzos mínimos o habituales; debilidad y desgano extremo; y fatiga o cansancio fácil y desacostumbrado para tareas normales.

"Cuando estos signos tienen un cambio brusco, se agrava el dolor, la disnea, la hipotensión y las arritmias, quiere decir que el proceso está en evolución y si no se advierte la necesidad de llamar al servicio de emergencias puede pasar a una etapa de colapso con la consiguiente pérdida de conciencia", especificó el especialista.


Reanimación cardiopulmonar
Cuando no se reconocen las señales previas a la muerte súbita y sobreviene el paro cardíaco, "las chances de sobrevivir dependen de contar del auxilio de una rápida y eficiente reanimación cardiopulmonar (RCP)", destacó Davidovich.

Quien esté capacitado en primer lugar llamará o pedirá que llamen a un servicio de emergencias, para luego comenzar con las maniobras de reanimación (manejar la vía aérea y rescatar la función de bombeo mediante el masaje cardíaco externo). El rescatador hará esta maniobra mientras espera la llegada del servicio de emergencias, quien en la mayoría de los casos aplicará un choque eléctrico con un desfibrilador.

"Previa a la llegada de la ambulancia es determinante la reanimación a cargo de los rescatadores, ya que una vez instalado el paro cardíaco la sobrevida cae un 20% por minuto", subrayó Davidovich, quien agregó que en estas circunstancias el tiempo vale "oro" y los minutos que demora el arribo del móvil condicionan las posibilidades de recuperación. De esto se desprende la importancia de la función de los rescatadores.

Diferentes estudios concluyeron que ante el paro cardíaco, el inicio inmediato -prehospitalario- de la reanimación seguida de desfibrilación eléctrica llevaron a un mayor porcentaje de altas hospitalarias de pacientes vivos (26%) comparados con los que se desfibrilaron recién al llegar al hospital (7%). En las víctimas asistidas precozmente por los rescatadores se detectó un 50% de supervivencia.

"La protección del sistema nervioso central con recuperación temprana de la conciencia parece ser el principal efecto protector de la reanimación precoz. Estas maniobras de ventilación y masaje deben comenzar entre los dos y cinco minutos del paro", especificó el profesional.

Según la experiencia mundial, el aumento de la sobrevida se debió primeramente a la creación de las unidades coronarias hospitalarias; los servicios de emergencia dotados de personal entrenado en RCP y con disponibilidad del desfibrilador eléctrico; y por último, a partir del énfasis en la formación de rescatadores entrenados dentro de la comunidad.

Además de las causas cardíacas, la muerte súbita puede deberse a envenenamiento, ahogamiento, atragantamiento, asfixia, electrocución o inhalación de humo. Ante cualquiera de estos motivos puede sufrirse un paro cardíaco en forma inesperada y rápida.

La muerte súbita es más frecuente entre el nacimiento y los seis meses, y de los 45 años hasta los 75. Afecta más a los hombres que a las mujeres, ya que el sexo femenino está protegido contra la arterosclerosis coronaria antes de la edad avanzada. A partir de la menopausia el riesgo entre los géneros se equipara. Para prevenir la muerte súbita en lactantes aconsejan acostarlos boca arriba además de la prohibición del cigarrillo en la embarazada.

enviar nota por e-mail

contacto
buscador

Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
La reanimación aumenta la sobrevida.

Notas Relacionadas
Consejos para un corazón sano

Pasos de la reanimación


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados