| sábado, 22 de mayo de 2004 | Turf: Rodada del jockey Diego Montenegro Su yegua se asustó debido al tránsito de alumnos del Isef Cuando faltaban instantes para concluir la tanda de ensayos, se produjo otro accidente en la pista principal del Independencia que tuvo como protagonista al jockey aprendiz Diego Montenegro. El jinete se encontraba ejercitando a la yegua Fanley y al llegar a la altura del palo demarcatorio de los 300 metros la alazana se asustó al ver la presencia de un grupo de alumnos que cursan estudios en el Instituto Superior de Educación Física (Isef). Los estudiantes procuraban cruzar la cancha para dirigirse al óvalo central, lugar donde realizan habitualmente sus tareas y, mientras una parte logró su propósito, otra tuvo que retroceder ante la aproximación del jinete con su conducida.
Esta lamentable situación provocó que la hija de Seaborg, que revista a las órdenes del trainer César Dianda, se asustara y se llevara por delante la empalizada, dando por tierra con el joven látigo. Con la premura del caso, Montenegro fue socorrido por el servicio médico del hipódromo y posteriormente derivado al sanatorio Laprida con traumatismos en su cabeza y rostro, sin pérdida de conocimiento.
Tras efectuarle los estudios de rigor, Montenegro abandonó el nosocomio promediando la tarde y continuará con la recuperación en su domicilio.
Este triste hecho vuelve a poner en el tapete la incompatibilidad de dos actividades totalmente diferentes, con el agravante de que el gremio de profesionales había solicitado con anterioridad que se respete el horario consensuado oportunamente entre el Jockey Club, el Isef y la Municipalidad (deberían iniciar las clases a partir de las 11), ya que en cualquier momento puede ocurrir un accidente fatal.
Según se pudo averiguar extraoficialmente, pasadas las 8 ya hay parte del alumnado que pasa de un sector al otro (principalmente desde el codo de los 1.600 metros) sin medir las consecuencias ulteriores que puede acarrear dicho acto.
Ejemplo de ello, ayer, en tres oportunidades cayó la pelota de handball a la cancha principal, siendo devuelta -dos veces- por Miguel Piazza -uno de los palafreneros- quien tuvo que desmontar para enviar nuevamente el balón y, en otra ocasión, el ex jockey Roberto Román tuvo que meterse en la pista para realizar el mismo trabajo. A eso hay que agregarle que otras dos veces fue la pelota de fútbol la que pasó a la cancha de tierra (auxiliar), pista que ayer estaba habilitada para realizar los movimientos matinales.
Cotidianamente los equinos sufren esta grave situación -fundamentalmente los potrillos-, ya que se sabe que los caballos tienen ese sentido de desconfiar ante un movimiento brusco que se produzca a su alrededor y al espantarse, tienden a galopar hacia cualquier lugar, como aconteció ayer. enviar nota por e-mail | | |