El diario en el aula. El martes pasado estudiantes de la EGB y docentes de distintos niveles participaron de actividades que invitan a pensar el uso de las noticias en la enseñanza

Más de 600 chicos dialogaron con periodistas sobre el oficio de escribir

Alumnos que tienen entre 8 y 12 años señalaron a la inseguridad como el tema de mayor preocupación para ellos. También hablaron de la discriminación por motivos religiosos, las hermanas Cossettini y los chicos de la calle

"¿Es difícil escribir en un diario? ¿Por qué hay secciones que tienen más páginas que otras? ¿Cuál es el límite entre una publicación pública y otra privada? ¿Qué nota no les gustó para nada hacer?". Con estas y otras preguntas poco más de 600 chicos invirtieron los roles durante una hora y de alumnos pasaron a ser periodistas, entrevistando a cuatro redactores de La Capital sobre el oficio de la escritura en la prensa diaria. El encuentro se dio el martes pasado, durante una actividad convocada por el Programa "El diario en el aula", en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia.

Bastó que escucharan la invitación a pararse frente al micrófono para que una larga cola de chicos de entre 8 y 12 años se formara rápidamente. De inmediato empezaron las preguntas, una tras otras, todas dirigidas a los periodistas invitados a responderlas y conversar con los alumnos: Carina Bazzoni y Marcelo Castaños (de la sección Ciudad), Andrés Abramowski (La Región) y Pablo Mihal (Ovación).

De la convocatoria, que contó con el auspicio de la Dirección de Educación Municipal, participaron unos 600 alumnos de la escuelas de Rosario Nº 616, 54, 156, 56, 103, 86, 1319, 1240, 69, San José Obrero, Bialik, Nuestra Señora de los Angeles y la Juan XXIII de Roldán. Cada grupo se organizó para preguntar a los invitados del diario La Capital.

Las inquietudes pasaron por conocer sobre la historia del diario: ¿Quién lo fundó? ¿Cuánto es de vieja La Capital? ¿Hace mucho que sale este diario?; también acerca de su producción diaria: ¿Cuánto tardan en hacer un diario? ¿Cómo se enteran de las noticias? ¿A qué hora sale? ¿Quién les cuenta sobre lo que pasa muy lejos? ¿Cómo se pegan las fotografías en el diario?; o bien sobre el trabajo propio de los periodistas: ¿Te gusta lo que hacés? ¿Por qué elegiste ser periodista? ¿Por qué te gusta escribir en un diario? ¿Qué nota te gustaría hacer y a quién? y ¿cuáles no te gustaría para nada?, entre otras cuestiones que abarcarían una larga nómina.


Un texto cercano
Las preguntas habían sido formuladas en el aula, en charla previa con sus maestros. Sucede que para las escuelas que estuvieron presentes el diario no es un texto ajeno. Periódicamente se lo consulta, se lo elige para leer o bien extraer alguna noticia para entender la actualidad. En el encuentro aprendieron un poco más sobre la producción de un texto que ya es parte de la escuela.

La actividad fue la primera de una serie que se propone incentivar la lectura y la escritura de noticias en la enseñanza. También es para el programa "El diario en el aula" de La Capital una manera de invitar a sumarse al III Congreso Internacional de la Lengua Española sobre "Identidad lingüística y globalización", que tendrá lugar en Rosario en noviembre próximo.

Pero, además, la idea de invitar a nuevos encuentros sobre la lectura y la escritura tiene una mirada propia centrada a lo que interesa o preocupa de la realidad local y regional. Por eso, en una segunda parte de la convocatoria, los chicos participaron de una pequeña experiencia de escritura en grupo, donde fueron invitados a expresarse sobre qué tema es relevante para ellos del lugar donde viven (ver aparte).

Antes de esto las preguntas dejaron muchas veces pensando a los periodistas. Algunas más puntuales sobre la profesión, otras expresando deseos, y también no faltaron las que buscaron opiniones. Entre ellas, ¿cuál es la noticia que más le gustó leer en el diario? Y para el cierre reservaron ¿cuál es la que les gustaría leer? Ninguno de los periodistas invitados dudó en responder que "buenas noticias, esas que no siempre abundan".

Los periodistas respondieron a las inquietudes de los chicos.