| | miércoles, 19 de mayo de 2004 |
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-¿Qué es lo más importante en la vida de un ser humano? ¿La vida política de su país? ¿La economía? ¿El status personal, sea éste de carácter material o intelectual? ¿Qué es lo más importante Candi?
-Yo creo que lo más importante en la vida de un ser humano es el amor. Lo demás forma parte de cuestiones necesarias, a veces imprescindibles, como el alimento, el cobijo y los derechos fundamentales que tiene una persona y deben ser satisfechos. Son tan imprescindibles estos derechos, es cierto, que en cierto sentido adquieren la misma importancia que el amor, pero..., siempre actuarán para satisfacer la presencia de este sentimiento sublime.
-¿Puede explicarlo un poco mejor?
-El ser humano nació para amar, no nació para alimentarse. Alimentarse no es el propósito culminante de la vida. Tener una casa tampoco es el objetivo relevante, menos aún tener riquezas. Esos son al fin y al cabo medios que se confunden a veces por su importancia como fines en sí mismos, pero son sólo el hilo conductor para llegar a la gran meta: amar. Un ser humano (si es un ser humano sabio, si tiene sentido común), al fin de su vida, no hará un balance sobre las cenas exquisitas degustadas, sobre las casas en donde vivió, o sobre la fortuna que amasó. Su retrospectiva tendrá que ver, seguramente, con el amor y sus preguntas serán algunas tales como: ¿amé?, ¿cuánto amé?, ¿fui amado? ¿cuánto fui amado?, ¿qué cosas hice en nombre del amor?, ¿cómo calificaría a esas cosas?, podría partir ahora satisfecho?, ¿o es que todavía me queda algo o mucho por hacer?
-De manera tal que sin vueltas para usted lo más importante es el amor.
-Sin ninguna duda, note usted que hasta los más insignes pensadores políticos, escritores o filósofos no pueden narrar una historia sin que esté presente el factor amor entre un hombre y una mujer. Freud, seguramente, y su escuela, enmarcaría todo esto en una cuestión sexual (sexual en el término científico, biológico). Y en este punto alguien incluso podría sostener, como algunos científicos actuales, que el amor es un efecto de la liberación de hormonas y reacciones químicas cerebrales. Yo estoy absolutamente convencido de que esto no es así. En todo caso, esto podría ser el enamoramiento, que le pertenece al plano físico, pero el amor reina en el plano espiritual. De manera tal...
-¿Sí? ¿Qué iba a decir?
-Que el amor es esencial en la vida del hombre porque a través de él se cumple la realización del ser. Una persona sin amor puede tener todas aquellas cosas que el mundo ofrece. Cosas maravillosas, fantásticas que seguramente le provocarán placer, pero aún así sentirá una profunda y desgarrante sensación de vacío sino tiene amor. Y esta sensación se hace más profunda y más fría a medida que la persona se va acercando al final de su vida. Y este es un sentimiento muy amargo que se está propagando de manera peligrosa por el mundo.
-Sí, es cierto.
-Esta soledad, cruel e implacable, ha comenzado a acentuarse hace ya un tiempo instaurándose como un mal social, como una endemia de la época. Le voy a contar algo que me impactó y que sucedió hace unos cuatros años. Estaba yo en Villa General Belgrano, en unos de mis habituales contactos con las sierras centrales y decidí asistir a la misa que daba un sacerdote alemán en el templo que en esa localidad tiene un carácter germánico muy característico. Durante la misa, muy cálida, el cura invitó a los presentes a hacer las peticiones de viva voz y a orar por ellas después. Empezaron a escucharse pedidos por enfermos, por pobres, por falta de trabajo, etcétera. Y cuando ya todo parecía cumplido una voz salió desde el fondo del templo y pidió: "Por todos aquellos que se sienten solos". Me sobrecogí y también me alegré de saber que hay personas que comprenden que la soledad es más trágica aun que el hambre. La soledad, Inocencio, es la consecuencia inmediata de la ausencia del amor y después de la soledad sobreviene el vacío existencial y la laceración del espíritu. Mañana seguimos.
Candi II | | |
 | "Es hora de que los argentinos dejemos de priorizar las luchas partidarias y en el consenso y la diversidad hagamos un país que nos contenga a todos"
Presidente Néstor Kirchner
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