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 domingo, 16 de mayo de 2004

Curar con arcilla

La arcilla es el remedio más simple y universal y puede ser tan eficaz como los medicamentos de última generación, pero sin efectos secundarios. Como procede de la tierra, está constituida por minúsculas partículas de silicatos de aluminio, con sodio, potasio o pequeñas cantidades de diversos óxidos. En su estado puro es blanca, y adquiere coloraciones diversas según los minerales que contiene: silicio, magnesio, calcio, hierro, fósforo, cobre, cinc, selenio, cobalto o manganeso.

Estas sustancias inorgánicas catalizan, es decir que aceleran diversas funciones vitales que favorecen transformaciones bioquímicas en el organismo, como reacciones relacionadas con la reparación de los tejidos. Las propiedades y aplicaciones de cada tipo de arcilla varían en función de la composición química:

* Arcilla blanca: al igual que la verde es rica en sílice y aluminio, aunque es más pobre en oligoelementos. Para uso externo se emplea en caso de abscesos , alopecia, conjuntivitis, blefaritis, espasmos musculares, eccemas cutáneos secos, sabañones, psoriasis y onicomicosis. Para uso interno se aconseja en caso de diarrea, trastornos hepáticos y vesiculares leves. La dosis es una cucharadita de arcilla por vaso de agua.

* Arcilla verde: por su riqueza en oligoelementos y su gran poder absorbente es la más utilizada. Actúa como cicatrizante, remineralizante y activa la reparación de los tejidos. Por vía externa se aplica en casi todas las afecciones músculo esqueléticas y ligamentosas. Se aplica en quemaduras, herpes labial, úlceras varicosas (con una infusión de cola de caballo) callos y celulitis.

* Arcilla roja: parecida a la verde, pero sin demasiada concentración de magnesio a favor de óxidos de hierro. Por eso puede ingerirse en caso de falta de hierro y debe evitarse si se padece hipertensión. Se usa por vía externa para favorecer la circulación cutánea, tonificar la piel, en caso de acné, en las grietas de manos y pezones, edemas, pies cansados, picazón, sudación de manos y pies y verrugas.

* Arcilla amarilla: parecida a la arcilla roja, es importante por su alta composición en potasio y la ausencia total de aluminio lo que la hace indicada para personas alérgicas a este metal. Se usa en caso de aftas bucales, desgarros musculares, gota, y urticaria.

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