Un mosaico de brutalidades

Los policías echados ayer de la Bonaerense están acusados de haber cometido en el ejercicio de sus funciones una amplia gama de delitos graves como homicidios, violaciones, torturas, falsificación de dinero, coimas, robo de ganado y ayuda para la fuga de presos de comisarías.

Algunos de estos casos fueron dados a conocer a la prensa por el ministro de Seguridad bonaerense, León Arslanian, como ejemplo del accionar delictivo que cometió un sector de la policía bonaerense y de la impunidad que gozaban porque varios de ellos ni siquiera habían sido motivo de sumarios internos.

Entre los hechos emblemáticos demostrativos de la actividad delincuencial de la policía, el ministro citó el caso "de cinco policías que detuvieron a una pareja por averiguación de antecedentes y sometieron a torturas a ambos en sede policial, hecho que produjo la muerte de la mujer".

Se trata de la muerte de Andrea Viera, quien fue detenida el 10 de mayo de 2002 por averiguación de antecedentes luego de un tiroteo en el que fue herido un policía y trasladada a la comisaría primera de Florencio Varela, pero 12 días más tarde murió en un hospital, al parecer a raíz de los tormentos sufridos.

Arslanian también mencionó que "hay un funcionario policial que mediante amenazas con su arma reglamentaria robó dinero a dos mujeres y las obligó a mantener relaciones sexuales".

Otro caso fue el de "dos policías aprehendieron a tres jóvenes con el objetivo de robarles dinero, balearon a uno de ellos quien sufrió heridas de suma gravedad".

"Un grupo de policías favoreció una evasión de peligrosos delincuentes, hecho que originó toma de rehenes y un homicidio y dos policías integraban una banda que producía informes falsos para limpiar los antecedentes de automotores de procedencia ilícita", agregó el ministro.