| domingo, 25 de abril de 2004 | Crisis de manejo Central lo tuvo pero se quedó sin nada Le ganaba a Independiente pero el rojo le empató dos veces y lo venció al final Alejandro Cachari / La Capital La frase, tan antigua como el fútbol, reza que cuando no se puede ganar tampoco hay que perder. Claro que en este caso aparece fuera de contexto, porque da la sensación de que hubo un equipo bastante superior al otro, que sólo falló a la hora de la definición, pero que cumplió a la altura de las circunstancias en el resto del desarrollo. Eso no fue así. Central perdió 3 a 2 con Independiente porque no sólo no pudo sostener el empate en el final sino porque tampoco fue capaz de capitalizar las dos ventajas que tuvo anoche en Avellaneda. El gran pecado fue la carencia de conjunto para manejar el agobio que oprimía a Independiente después del gol en contra de Olarra y la sofocación y desesperación que invadieron a los rojos tras el penal convertido por Ferrari. Un verdadero desperdicio, porque estuvo todo dado para que el equipo de Russo se fuera de Avellaneda con una buena cosecha.
Se preveía un partido abierto con un intenso cambio de ataque por ataque, con dos mediocampos muy activos y de tránsito, protagonizados casi en exclusividad por futbolistas de buen pie. La previa sugería que entre Vitamina Sánchez, Messera, Losada y el polifuncional Giménez se repartirían el pulso del partido. Nada más alejado de la realidad en el primer tiempo.
Fue muy aburrido, mal jugado y con escasísimas situaciones de peligro. A Central le alcanzó con una ráfaga entre los 32' y los 36' para ponerse arriba en el marcador. Un tiro libre de Messera desde la izquierda a los 34' contó con la complicidad del chileno Olarra para que Central se fuera al descanso en ventaja. Ya por entonces Cristian Zurita se mostraba como el jugador más inteligente del partido a pesar de que su equipo no supo cómo usarlo.
El complemento pareció extraído de otro partido. Independiente salió a buscar sin importarle lo que sucedía desde la mitad de la cancha hasta Navarro Montoya y encontró su premio a los 6' cuando Zurita cambió por gol un córner de Losada. Un par de conclusiones: Central no tuvo capacidad para esconderle la pelota a Independiente y jugarle lejos de Gaona, no soportó el agobio inicial y siguió cometiendo el error de no contener al bueno de Zurita.
En medio de un contexto diametralmente opuesto al de la primera etapa, Independiente se prendió de la yugular canalla y empezó a maniatarlo con el talento incipiente de Losada y la capacidad innata de Huguito Morales para jugar cuando el momento es propicio.
Fue tan caótico el segundo tiempo que en el mejor momento del local, a los 21', le hicieron penal a Messera y Ferrari puso el 2 a 1. Pero otra vez la misma historia, Central no supo manejarlo y Losada volvió a empatarlo con un golazo a los 25'.
Un remate de Jairo Castillo a tres minutos del final, que hizo carambola en Papa, el caño derecho y la cabeza de Gaona premió al equipo que más buscó y fundamentalmente se hizo fuerte en la adversidad. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Irace pelea la pelota con Ríos, en una de las tantas jugadas de fricción que mostró el partido. | | |