| domingo, 25 de abril de 2004 | Anemia ofensiva crónica El déficit que muestra el equipo de Russo está en la generación y el ataque Para el partido de anoche, como para la mayoría, la presencia y la eficacia de los delanteros era imprescindible. Pero Central volvió a fallar en ese rubro. Belloso y Cámpora fueron dos atacantes inocuos, que entre otras cosas le permitieron a Zurita despreocuparse de sus obligaciones defensivas y trepar todas las veces que quisiera.
No es una novedad. Quizás sea el déficit más notorio del equipo de Russo, pero lo preocupante es que no es exclusividad de uno de sus jugadores sino de todos los delanteros auriazules: los mencionados Belloso y Cámpora, el Chaqueño Herrera y el Yerbatero González. Cualquier duda revisar minuciosamente el video del partido contra Olimpia, por la Copa, en el Gigante.
Es cierto que los canallas anoche convirtieron dos goles, tan certero como que hace dos fechas les hicieron tres a Estudiantes en La Plata, pero aquello fue apenas un lunar. Porque lo de ayer escapa a las bondades de los atacantes.
El primer gol de Central fue una jugada desafortunada de Olarra que terminó sometiendo su propio arco y el segundo fue producto de un penal a Messera que tomó a contramano a toda la defensa de Independiente en un contraataque.
Pero aún hay algo más preocupante. La muletilla de los entrenadores para estos casos es que lo bueno es que se generen las situaciones más allá de que se falle en la definición. No fue el caso de Central anoche.
El ping pong no miente. Central tuvo un tiro libre de Papa a los 32', el gol en contra de Olarra a los 34', un mano a mano de Irace a los 36' y el gol de Ferrari, de penal, a los 66'.
La conclusión es clara y contundente. Central no sólo careció de peso ofensivo, sino que careció de generación de juego. Dos atributos que bien le hubieran permitido ganar el partido. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Belloso, así como Cámpora, no tuvo anoche peso ofensivo, el gran problema canalla. | | |