| domingo, 25 de abril de 2004 | La ley es menos seca de lo que parece Desde que la "ley seca" comenzó a regir en la ciudad, los bebedores furtivos han encontrado un nuevo refugio. Eso al menos es lo que comentaban dos atentos observadores de la geografía urbana que aseguran haber detectado sospechosos movimientos en los cibercafés. Lo que estos baqueanos de la noche afirmaban sin dar lugar para la duda es que en algunos de esos locales los jóvenes, bajo cuerda, consumen cerveza hasta saciarse. La escasa luz de los negocios permitiría que bajo la inofensiva pantalla de las computadoras los servicios que se ofrezcan sean en realidad muy otros. En un diálogo que se mantuvo en un conocido boliche céntrico, los dos notorios personajes del ambiente político local comentaban el asunto y se preguntaban cómo ningún edil rosarino ha tomado todavía cartas en el asunto para reclamar la investigación correspondiente. "Viven en una burbuja", fue la conclusión de la charla. ¿Será para tanto?
| Yo soy yo, pero no siempre El periodista tiene un problema que no resulta sencillo solucionar. Un molesto "alter ego" se encarga de complicarle la vida en diversos e inesperados ámbitos. Sin embargo, hasta ahora nuestro hombre había hecho de la paciencia un culto. Pero esa actitud terminó el otro día, cuando su "doble" le envió un correo electrónico a Luis Novaresio que contenía distintas barbaridades, entre las que se destacaba un furibundo e indiscriminado apoyo a la pena de muerte. El conductor televisivo no podía creer lo que tenía frente a sus ojos y una oportuna llamada telefónica aclaró el malentendido. Sin dudas, nadie es culpable de llamarse exactamente igual que otra persona, pero cuando el nombre no es "José Pérez", "Alberto Gómez" o "Jorge García", y quien se llama igual que nosotros tiene cierta notoriedad pública debido a su profesión, en ocasiones como la mencionada corresponde ser claro. Si no, la sospecha de mala intención queda latente.
| La alcoholemia no es igual para todos El hombre de prensa bufaba sin parar. Sus compañeros no entendían qué le pasaba hasta que finalmente narró las peripecias que habían afectado su habitual buen humor. "No puede ser. Hace un mes volvía de cenar y me paró un control de alcoholemia en pleno centro. Había tomado una botella de vino y alcanzó: el auto fue a parar al corralón y tuve que pagar nada menos que 260 pesos de multa. Anteanoche volvíamos de una parrilla en Empalme Villa Constitución y otra vez nos pararon, esta vez por avenida Pellegrini, enfrente de los Tribunales. El amigo mío que manejaba había tomado más que yo aquella vez: una botella, más un Don Pedro de postre y dos copas de champán. Sin embargo, cuando le tocó soplar en el aparatito, ¡nada! ¡Marcó cero! ¡No se puede creer!", rezongó el escriba, sobreactuando su papel de víctima. "Hay dos alternativas: o a mí me la hicieron muy bien o mi amigo es un maestro en el arte del disimulo", remató. Por las dudas, muchachos, en el futuro: ¿por qué no cenan con gaseosa? | | | | "El sistema electoral anterior ha demostrado ser mejor que la ley de lemas" Hermes Binner Ex intendente, secretario general del PS santafesino | Ver noticia | | |