| sábado, 10 de abril de 2004 | Consecuencias y causas de la enfermedad La gastroduodenitis erosiva presenta erosión múltiple en cuerpo y antro gástrico y en el duodeno. Pueden ser idiopática, por consumo de fármacos, pero también se presentan las llamadas "úlceras de estrés". Las idiopáticas posiblemente son causadas por reacción de hipersensibilidad. El síntoma más importante es la hemorragia. El diagnóstico es endoscópico y patológico.
* El tratamiento es médico, salvo las hemorragias masivas no controlables. En las gastritis por fármacos pueden producirse ulceraciones agudas con sangrados importantes. Es posible que la inhibición de la síntesis de prostaglandinas haga propicia la desprotección de la mucosa gástrica. El diagnóstico es clínico, endoscópico y biópsico. Las úlceras de estrés asocian a compromisos graves del estado general. La hemorragia es una de sus complicaciones, y puede necesitar un tratamiento quirúrgico.
* La úlcera péptica benigna, llamada así por la asociación del complejo ácido clorhídrico-pepsina en su formación, es una lesión destructiva de la mucosa y la muscularis mucosa del estómago y duodeno, es menos frecuente en el esófago y rara en el yeyuno.
* Las úlceras gástricas y duodenales suelen ser agudas y crónicas. Las agudas, circunscriptas a un defecto necrótico, pueden penetrar más allá de la muscularis mucosa, y aun perforar toda la pared. Las úlceras crónicas muestran al microscopio sus cuatro capas: exudado inflamatorio superficial, necrosis fibrinoide, capa de tejido de granulación y tejido fibroso, denso o cicatrizal. La mayoría mide 1 centímetro, pudiendo llegar las gástricas a 4 centímetros y a 3 centímetros las duodenales.
* Sin ser infalible, la endoscopía es la preferida por los médicos y la mayoría de los pacientes.
* La perforación es otra de las complicaciones de la úlcera péptica, algo más frecuente en varones, y en edades comprendidas entre los 30 a 50 años.
* El síntoma principal es el dolor, que comienza generalmente como una urgencia abdominal: dolor súbito, agudo, intenso, que comenzando en epigastrio se difunde rápidamente a todo el abdomen, predominando en flanco y fosa ilíaca derecha. En pocas horas hay reacción peritoneal con su corte de náuseas, vómitos, fiebre, llegando a la contractura de la pared abdominal.
* El diagnóstico es clínico, aunque debe confirmarse con una radiografía simple de abdomen. enviar nota por e-mail | | |