| sábado, 10 de abril de 2004 | Irak abre una crisis en el gobierno del premier nipón Tokio. - La crisis de los rehenes japoneses en Irak sitúa al gobierno del primer ministro Junichiro Koizumi ante su mayor crisis política. "Sucedió finalmente lo que más temíamos", admitió ayer un funcionario gubernamental en Tokio. Pese a ello, Koizumi, que llegó al gobierno en 2001, se mantiene en sus decisiones: desde que hace un año decidió el envío de soldados japones es para contribuir a la reconstrucción de Irak, enfatizó más de una vez que no se inclinaría ante las amenazas de los terroristas.
Ni las lágrimas ni los ruegos de los familiares y amigos de los tres civiles japoneses, pidiendo al jefe de gobierno el retiro de las tropas japonesas de Irak, ablandan al premier.
La toma de rehenes vuelve a dividir a la sociedad japonesa, algo que ya sucedió al conocerse la decisión de Koizumi de enviar -por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial- soldados japoneses al extranjero. Aquella decisión no le generó un desgaste político importante, pero está por verse lo que sucederá si las cosas se ponen más serias aún.
Koizumi sabe que hay mucho en juego. La toma de rehenes pone a prueba la política proestadounidense de Japón, advierten expertos en EEUU en Tokio. Ceder ante la exigencia de los terroristas dañaría la imagen internacional del país. "Se reirían de nosotros en otros países si nos vamos", grafica un militar japonés.
Con su respaldo a EEUU en la guerra de Irak, Koizumi se metió en un riesgoso juego diplomático, señalan expertos locales. Se trata de un cambio de rumbo fundamental en la política de seguridad contemplada por la Constitución pacifista del país. Pero hoy los soldados japoneses están en la situación más peligrosa desde 1945.
El dilema para Koizumi se amplía: las tropas japonesas estacionadas en Irak se encuentran en una situación en la que poco pueden hacer, ya que la Constitución les impone estrictos límites en el uso de sus armas. Al final, Japón vuelve a depender en el drama de los rehenes de su principal aliado, EEUU.
u Unos 600 manifestantes pacifistas exigieron ayer en Tokio el retiro inmediato de las tropas niponas desplegadas en Irak. Los manifestantes se congregaron en calma frente a la Dieta y la sede del gobierno. (DPA) enviar nota por e-mail | | |