| sábado, 10 de abril de 2004 | Los supervisores y las prácticas escolares -Hace un par de semanas, una escuela de más de 800 alumnos de una zona periférica de Rosario se quedó sin agua por un problema en el tanque. La dirección del establecimiento avisa al FAE y a la supervisión escolar del problema y de la necesaria suspensión de las clases (basta recordar las altas temperaturas de entonces y que los baños estaban tapados). Desde el ministerio, en lugar de atender de manera inmediata el reclamo, la retaron a la directora por no dictar clases. ¿Qué falla allí?, ¿qué hay que ajustar en el sistema para evitar que las escuelas, además de ser castigadas con el abandono de años, reciban este tipo de respuesta en lugar de una solución a sus problemas?
-Más que ver la falla, de la que puntualmente desconozco sus actores y circunstancias específicas, en realidad en lo que tenemos que trabajar, y que es casi una obsesión para esta gestión, es el tema de la reconstrucción del rol del Estado en materia educativa. Esto significa, por un lado, un Estado con la capacidad suficiente y los mecanismos de comunicación articulados como para resolver lo que es la emergencia, pero también un Estado que pueda planificar y evitar este tipo de situaciones. Tenemos mecanismos que no funcionan como quisiéramos; de todas maneras, creemos que el sistema educativo santafesino, que es muy heterogéneo y muy grande, se está acostumbrando a una nueva gestión que es la que intentamos imponer.
-Ahora bien, está clara la función del docente, la de un director, pero, más allá de excepciones muy valiosas, ¿por qué siempre está difusa la función del supervisor?
-Cuando se piensa en el rol del supervisor se recuerdan esas prácticas escolares en que los supervisores iban a observar las clases. De hecho su llegada a una escuela tenía que ver con esa actividad. Bueno, estamos propiciando volver a eso, que el supervisor paulatinamente vuelva a esta práctica, se inmiscuya en las prácticas escolares, discuta con el equipo docente cuestiones pedagógicas. Hay muchos que siguen con estas prácticas, que ya lo hacen, y a eso queremos apuntar con su rol.
-En el poco tiempo que lleva como ministra, ¿cuál es la mayor debilidad que encuentra en el ministerio?
-Los mecanismos de comunicación, no sólo al interior. Es necesario incentivar en los actores del Estado que se sientan parte. Es muy fácil hablar de las falencias del Estado. Nosotros queremos que todos se comprometan en la resolución de los problemas. enviar nota por e-mail | | |