| jueves, 01 de abril de 2004 | Una turba quemó y mutiló a cuatro contratistas estadounidenses en Irak Habían sido asesinados momentos antes en una emboscada en Falluja. Cinco soldados mueren en Bagdad Falluja, Irak. - Una multitud de iraquíes arrastró ayer por las calles de Falluja los cuerpos carbonizados y mutilados de cuatro contratistas que trabajaban para la coalición estadounidense, muertos en una emboscada. El ataque se produjo poco después que el ejército estadounidense confirmara la muerte de cinco soldados por una bomba que estalló en el camino al oeste de Bagdad. La violencia en Falluja comenzó cuando dos vehículos todoterreno fueron atacados en el camino principal del pueblo, situado 50 kilómetros al oeste de Bagdad. Después una multitud incendió los vehículos y arrojó piedras a los restos en llamas.
Las víctimas fueron asesinadas por unos desconocidos que dispararon contra sus todoterrenos cuando atravesaban el centro de Falluja. Los asaltantes huyeron. Decenas de residentes se dirigieron, armados con palas, hacia el lugar del ataque. Sacaron a uno de los cadáveres ardiendo de uno de los todoterrenos y lo tiraron en la calzada.
Falluja forma parte del denominado "Triángulo sunnita", habitado por seguidores de esa rama del Islam, minoritaria en Irak, que apoyaban al derrocado presidente Saddam Hussein.
El Departamento de Estado confirmó que los cuatro contratistas asesinados eran estadounidenses. "Los cuatro son civiles estadounidenses", dijo un funcionario que solicitó conservar el anonimato. "Hacemos llegar nuestras profundas condolencias a sus familiares", agregó. Fuentes militares dijeron a la prensa que las cuatro personas asesinadas en esa ciudad trabajaban en una licitación para el ejército estadounidense.
Escenas de espanto
Imágenes de televisión mostraron un cuerpo incinerado que era pateado por un miembro de la exaltada multitud, mientras que otros arrastraban por los pies un cuerpo carbonizado. Mientras un cuerpo ardía en el suelo, un iraquí se acercó y lo roció con gasolina, avivando las llamas. Al menos dos cuerpos fueron atados a automóviles y arrastrados por las calles, dijeron los testigos. "Este es el cementerio de todos los estadounidenses que vienen a Falluja", dijo Mohammad Nafik, uno de los miembros de la multitud que rodeaba los restos humanos.
Algunas partes de los cadáveres fueron arrancadas y colgadas de un poste, y dos cuerpos quedaron colgando desde un puente sobre un camino. Un niño golpeó uno de los cadáveres quemados, mientras la multitud vitoreaba. "Me alegra ver esto. Los estadounidenses nos están ocupando y esto es lo que sucederá", dijo Mohammad, de 12 años. Mientras las víctimas ardían, una multitud de 150 hombres coreaban "Larga vida al Islam" y "Allahu Akbar" (Dios es grande) y hacían la señal de la victoria.
En las horas posteriores al ataque no fueron vistos ni soldados estadounidenses ni policías iraquíes en el área, pero un avión caza estadounidense sobrevoló el lugar, y la multitud se dispersó.
Falluja, ubicada a unos 50 kilómetros al oeste de Bagdad, ha sido uno de los más pueblos más violentos de Irak desde que se inició la ocupación liderada por EEUU, hace un año. Casi todos los días hay ataques a los convoys militares estadounidenses que operan en la zona.
La Casa Blanca culpó del ataque en Falluja a "terroristas" y "remanentes del antiguo régimen" de Saddam Hussein. "Son ataques horrendos de personas que están tratando de impedir que avance la democracia, pero la democracia se está enraizando", dijo el portavoz de la Casa Blanca Scott McClellan.
Más de 400 soldados estadounidenses han muerto en combate desde el inicio de la guerra para derrocar a Saddam Hussein, muchos de ellos en ataques con dispositivos explosivos improvisados, en los que se esconde una carga explosiva en una bolsa de plástico, lata de gaseosa o un animal muerto, conectados a un detonador.
Cinco soldados estadounidenses perdieron ayer la vida al estallar una bomba al paso del vehículo en el que circulaban por Malhimah, entre Falluja y Ramadi, a pocos kilómetros del sitio donde tuvo lugar el primer ataque. Todos fueron perpetrados en el denominado triángulo sunita, foco de la resistencia a la ocupación estadounidense de Irak.
El ministerio de Defensa británico también informó ayer que tres soldados había resultado heridos en una explosión que sacudió el vehículo en que viajaban, al sur de Basora, pero no dio detalles.
En las últimas semanas, a la par de ataques contra tropas estadounidenses y de la coalición, parece haber un drástico incremento de las acciones guerrilleras contra los extranjeros. Sólo en marzo 12 civiles extranjeros murieron por disparos desde autos o en ataques similares. En el último incidente, un británico y un canadiense que trabajaban como guardias de seguridad, murieron por disparos en la ciudad de Mosul.
Unos días antes de ese incidente, dos finlandeses murieron en la ciudad de Bagdad y cuatro misioneros murieron baleados en Mosul. En Hilla, al sur de Bagdad, dos estadounidenses que trabajaban para las autoridades civiles recibieron disparos desde un auto en movimiento.
Faltan menos de 100 días para el previsto traspaso de la soberanía a los iraquíes por parte de las fuerzas de ocupación.
Pese a la violencia, el secretario de Estado norteamericano Colin Powell dijo en Berlín, donde asiste a una conferencia sobre Afganistán, que confía en que prosiga el proceso político en Irak. "Ocurren muchas cosas buenas en Irak", aseguró, atribuyendo la violencia a "elementos del antiguo régimen, terroristas y gente que no quiere que Irak se convierta en una democracia".
En Bagdad, un miembro del ejecutivo señaló que la ONU podría reconocer en una resolución al consejo de gobierno transitorio iraquí incluso antes del traspaso de poder previsto el 30 de junio. "Es normal que la ONU reconozca el gobierno al traspasar la soberanía y este reconocimiento podría producirse incluso antes del traspaso de poder". (Reuters) enviar nota por e-mail | | Fotos | | Una multitud enardecida quemó los vehículos en el que viajaban los civiles. | | |