Crisis. Nuevo round del gobernador cordobés con el jefe de Gabinete

De la Sota recordó el pasado cavallista de Alberto Fernández

"Si quisiera introducir polémica, podría mostrar la foto de él con Elena Cruz", chicaneó el mandatario

El gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, renovó ayer la disputa dialéctica iniciada esta semana con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, al responderle que "si yo quisiera realmente introducir polémica, podría mostrar la foto de él con Elena Cruz, quien fue compañera de lista por el cavallismo en la Ciudad de Buenos Aires".

De esta manera, el mandatario cordobés se refirió al pasado político de uno de los funcionarios del gobierno nacional que más irrita a gobernadores y dirigentes peronistas por su inusitada soberbia, sobre todo cuando vierte profusos anatemas contra la década del 90, en la que Fernández ocupó la Superintendencia de Seguros en la gestión de Carlos Menem y se desempeñó como un hombre de extrema confianza del ex ministro Domingo Cavallo.

"Esta persona (por Fernández) pasó por distintos partidos, no tuvo problemas en compartir con quien elogia el terrorismo de Estado una lista de diputados", expresó el gobernador cordobés.

"He escuchado expresiones muy furiosas de parte de Alberto Fernández, y las lamento, porque yo nunca he hablado de él", manifestó De la Sota.

El gobernador desafió luego: "Si yo quisiera realmente introducir polémica podría sacar la foto de él con Elena Cruz, quien fue compañera de lista por el cavallismo en la Ciudad de Buenos Aires".

Pese a la disputa que lo tuvo como protagonista en Parque Norte, De la Sota expresó que "todo el peronismo quiere que le vaya bien" a Kirchner, aunque recordó que "es el partido (el) que le dio la posibilidad al presidente de estar donde está".

"En la Argentina se tienen que terminar las chicanas y las demonizaciones; no puede ser que ahora sean dos los Fernández que hablen mal del peronismo", dijo en referencia a Alberto y Aníbal, las espadas más venenosas con las que cuenta el patagónico.

"Es un grave error" que Kirchner piense que no dispone del apoyo del aparato: "Cada vez que el presidente necesita de leyes, los únicos que le responden decididamente son los diputados y senadores del justicialismo, y el ministro del Interior lo sabe, a pesar de muchos desplantes de algunos funcionarios".

"No creo que el presidente busque la fractura ni tampoco que el partido la quiera. De mi parte, como dirigente y como gobernador, voy a apoyarlo en todas sus decisiones como lo he venido haciendo desde el primer día".


Para no olvidar
Por su parte, el gobernador de Entre Ríos, Jorge Busti, le enrostró al jefe del Estado el papel que cumplió el peronismo para que llegue a la primera magistratura: "La posibilidad de que Kirchner sea presidente surgió de un congreso justicialista, el de Lanús, donde estaba la misma mesa del congreso que estaba ayer (por el viernes). No se puede olvidar eso y tirar al peronismo a la basura".

"Si bien esta estructura (partidaria) tiene muchas falencias y tenemos que hacernos muchas autocríticas, esta estructura le va a ser necesaria al presidente, al apoyo al gobierno, fundamentalmente desde la parte parlamentaria, de las provincias", alertó el mandatario entrerriano.

Otro de los que se sumó a la polémica fue el senador riojano Eduardo Menem. "Las actitudes del presidente y de la gente que lo rodea parecen querer dejar de lado al peronismo", dijo el hermano del ex presidente.

"Los congresos peronistas nunca fueron pacíficos, pero esto es realmente alarmante. Es como se dice: el que siembra vientos, cosecha tempestades. Está empezando a cosechar todo aquello que se viene sembrando", fue el apocalíptico análisis que trazó el senador.

"Desde que se volvió a la democracia no se produce esta ruptura entre un presidente y el partido político que lo llevó al poder", fue la lectura que realizó el hermano del ex presidente Carlos Menem tras el accidentado congreso partidario.

De la Sota se cansó de la soberbia de Fernández y sacó a relucir su pasado político.