Calzado adecuado

Durante los primeros años de vida es fundamental el uso de un calzado correcto, preferentemente de cuero y acordonado, con una suela flexible y de goma. El contrafrente, que es el que protege al talón, debería ser más bien rígido. También debería tener una plantilla de fábrica con un arco longitudinal interno que marque o sirva de tutor para el desarrollo del pie. A partir del uso del calzado adecuado, el especialista chequeará el desarrollo del arco uno o dos veces al año. En síntesis, debe ser amplio, flexible, de taco bajo, liviano, ventilado y con buena adherencia.

Algunas consideraciones:

* Hoy se acepta que el pie plano flexible que no genera molestias no requiere tratamiento. u No se ha comprobado que las modificaciones al calzado empleadas para corregir el pie plano -como el agregado de plantillas- logren cambiar la conformación del pie, ni la aparición del arco.

* En las poblaciones donde es habitual caminar descalzo se observó que los pies de niños y adultos presentan una mayor flexibilidad, menos deformidades y una tendencia claramente menor a desarrollar pie plano.

* No ocasiona dolores de espalda ni desviación de la columna vertebral.