| sábado, 27 de marzo de 2004 | Tres detenidos con armas en barrio Tiro Suizo Un operativo frustró un robo y toma de rehenes en verdulería Los asaltantes se entregaron después de media hora de negociación. También cayó un presunto cómplice Dos delincuentes intentaron asaltar una verdulería de la zona sur, pero el golpe falló. El Comando Radioeléctrico les cortó la retirada y entonces, con dos pistolas automáticas, se parapetaron en el interior del local con los dueños como rehenes. Fueron más de 30 minutos de tensión hasta que los ladrones se entregaron frente a un operativo policial que les había cerrado cualquier posibilidad de fuga. Un grupo de vecinos que se agolpó en el lugar descargó toda su bronca con insultos e intentos de agresión física hacia los ladrones.
Un muchacho de 22 años aportó lo suyo para incrementar aún más la indignación de los habitantes del barrio. A viva voz, el desconocido intentó una defensa de los ladrones. "Piensen que ellos también tienen familia", gritó e inmediatamente una turba de enardecidos vecinos no dudó en correrlo con intenciones de golpearlo.
El joven corrió dos cuadras y se subió a un ómnibus, pero fue alcanzado por la policía, que le colocó las esposas y también lo llevó detenido. "Se salvó de casualidad porque un vecino estaba tan enloquecido que casi le partió la cabeza con un martillo", narró un testigo.
Muchos en el lugar aseguraban que el muchacho era parte de la gavilla de delincuentes y que probablemente haya sido quien actuó como campana. El sospechoso quedó demorado en la Jefatura de la Unidad Regional II hasta que su situación se aclare.
Todo comenzó poco después de las 8.30 en la esquina de Savio y Laprida, pleno barrio Tiro Suizo. En la ochava noroeste se encuentra la verdulería Homero, cuyo propietario es Marcelo Giuliani. A esa hora dos delincuentes armados con pistolas automáticas sorprendieron a Giuliani y a su mujer, Adriana Capoldi, justo en el momento en que ingresaban al local por una puerta lateral.
La aparición de los hampones fue presenciada por alguien del barrio que se comunicó inmediatamente con la policía. El primer móvil del Comando Radioeléctrico llegó cuando los asaltantes estaban dentro del local. "En el momento en que estas personas intentaron escapar se encontraron con la policía en la calle, por lo que retrocedieron y tomaron de rehén al matrimonio", señaló un vocero consultado.
"Ellos querían huir en el auto del verdulero y llevarse a la pareja como escudo. Uno de los ladrones tenía encañonado al dueño y también apuntaba hacia el personal policial", añadió el subjefe del Comando Radioeléctrico, Santos Almada. Pero la intención de los ladrones se topó con la llegada masiva de patrulleros al lugar. "Para mí fueron como 30 autos", contó a La Capital Antonio Fernández, un vecino que vive por Laprida casi enfrente de la verdulería. "Cortaron el tránsito por Lamadrid, Olegario Andrade y San Martín. Se llenó de patrulleros", agregó el testigo.
El oficial consultado contó que "la negociación" con los ladrones duró entre 30 y 40 minutos. "Todo terminó cuando comprobaron que no tenían salida. La zona estaba rodeada de policías. Creo que entendieron y entregaron las armas, dos pistolas marcas Browning y Bersa calibres 9 milímetros", resumió Almada. De inmediato los delincuentes fueron sacados del negocio con los rostros cubiertos. Cuando los llevaban hacia un patrullero gran cantidad de vecinos ya se había juntado para seguir las alternativas y comenzaron a insultar a los detenidos.
"Muestren las caras. Queremos verlos. Sáquenles las capuchas", pedían varias personas a los policías que conducían a los ladrones hacia un patrullero. Muchos descargaron insultos y hasta intentaron pegarles. "Hay que matarlos a estos desgraciados", gritaban otros más enardecidos. Hasta que un muchacho vestido con pantalón gris claro y buzo blanco intentó hacer una especie de defensa de los delincuentes. "No ven que ellos también tienen familias. No pueden ser tan hijos de puta para decir eso", gritó tras lo cual comenzó a recibir una andanada de insultos, que derivaron en una corrida. Muchos quisieron pegarle porque sospechaban que era parte de la gavilla.
"El muchacho salió por Laprida hasta Lamadrid y después dobló hacia avenida San Martín. Allí se subió a un colectivo, pero la policía lo detuvo", relató Fernández. Luego la policía identificó a los delincuentes que habían ingresado a la verdulería como Eduardo Rivero, de 23 años, y Ricardo Lescano, de 28. En tanto, el joven que salió en defensa de los ladrones es Félix Verón, de 22 años.
Según revelaron fuentes policiales, Rivero y Lescano tienen antecedentes por homicidio y al igual que Verón son oriundos del barrio Las Flores, donde integran una conocida banda delictiva. "Son los enemigos de Los Monos", dijo un vocero, en alusión a otro grupo que tiene a mal traer a los vecinos. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Un grupo de vecinos que se agolpó en el lugar descargó toda su bronca con insultos. | | |