Parmalat deja Latinoamérica

Milán. - Parmalat, el mayor grupo agroalimentario italiano quebrado por una monumental estafa, prevé concentrarse en diez países, frente a los 30 actuales, abandonando Estados Unidos, Asia y gran parte de América Latina, según un proyecto de reestructuración expuesto ayer a los acreedores de la empresa, que fue declarada insolvente a comienzos del año.

Según ese plan, Parmalat prevé conservar sólo las actividades importantes y donde obtiene beneficios, como Colombia, Nicaragua y Venezuela. En el proyecto no se menciona a Parmalat Brasil, la filial más importante en la región, que se declaró en bancarrota el pasado 27 de diciembre y ahora está dirigida por un administrador nombrado por los tribunales.

El plan, presentado por el comisario extraordinario Enrico Bondi prevé asimismo convertir la enorme deuda del grupo en acciones. Bondi propone en el proyecto distribuir a los acreedores acciones nuevas de Parmalat, tras un aumento del capital de la empresa, a cambio de la condonación de la deuda. La nueva Parmalat estará presente sólo en Italia, en el sur de Europa (España, Portugal), Europa del este (Rusia, Rumania), Canadá, Australia, Sudáfrica y algunos países de América Latina, según ese proyecto.

Bondi había adelantado, antes de presentar el plan, que el grupo italiano iba a ser en el futuro de "dimensiones reducidas, más competitivo y eficaz", y con una "dirección centralizada". El grupo va a conservar dos marcas a nivel mundial, Parmalat (leche) y Santal (jugos de fruta), abandonando tres cuartas partes de las marcas de Parmalat, sobre todo de aquellas que no están relacionadas con el sector lácteo o de producción de jugos de fruta, el núcleo fuerte de la empresa.