La permanencia en la escuela, otro desafío

Afirman que las políticas de retención son fundamentales para la escolaridad obligatoria

María Fernanda Ghiraldi es licenciada en economía, también una de las autoras del reciente estudio del Instituto de Estudios de la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) de la Fundación Mediterránea. Cada tanto insiste en recalcar que "es economista" y por tanto no quiere aventurar un análisis pedagógico sobre el trabajo.

De todas maneras, en conversación con La Capital, como analista de la realidad, asegura que la discusión sobre el nivel medio no puede medirse sólo por los chicos que fracasan en el ingreso a la universidad. En su visión el tema es más complejo. "El desafío -dice- es múltiple en cuestión de acceso y permanencia, porque realmente los datos de desgranamiento y escolarización neta del nivel medio y la EGB 3, en particular, son bastante preocupantes".

Ghiraldi insiste en mirar a aquellos que no están en el sistema, ya sea porque repitieron o abandonaron. "Las políticas de retención que se apliquen siguen siendo muy importantes" para estos sectores, dice, a la vez que resalta que no todo puede estar ligado a los que van a ingresar a la universidad.

"Está bien discutir el ingreso, cuántos y cómo llegan al nivel universitario, pero no hay que olvidar que un gran porcentaje no ingresará y por lo tanto lograr que esos alumnos tengan los 13 años de escolaridad es importante", señala.

Agrega que "la decisión de revalorizar la formación técnica y para el trabajo es fundamental para cambiar esta mirada del nivel medio". Lo dice por los anuncios realizados por las distintas carteras educativas -a nivel provincial y nacional- de dar un fuerte impulso a la educación técnica. Vale recordar que esta enseñanza fue una de las más castigadas por la reforma educativa.

Por otra parte, también señala como una necesidad a cubrir, los chicos que se incorporan tempranamente al trabajo, para quienes es igual de urgente contemplar políticas de retención en el sistema escolar.

Según Ghiraldi, no hay que olvidar que "el nivel educativo con que cuenta un país es decisivo para evitar estas incorporaciones tempranas al trabajo, evitar los embarazos adolescentes y contar con mejores índices de salud", dice para citar algunos ejemplos.


Aspectos organizacionales
Ghiraldi entiende que el rendimiento de los alumnos en el sistema depende sin dudas de cuestiones socioeconómicas, pero también de razones organizacionales, aspecto que el trabajo del Ieral no analiza en este caso. Entre esas razones organizacionales entran, por ejemplo, la manera en que se implementó en la provincia el tercer ciclo de la EGB.

En este sentido, Santa Fe optó por una aplicación "mixta" del tercer ciclo de la EGB. Esto determinó que las escuelas ubicadas en zonas marginales contaran con la EGB completa, mientras que en el resto quedara el 7º año en la vieja primaria y los 8º y 9º años en el secundario. Y aunque desde el discurso oficial se sostuvo que era para garantizar la cobertura del sistema educativo y de la obligatoriedad, en la práctica quedaron a luz infinidad de cuestionamientos sobre su validez.

"Nosotros analizamos que en términos de escolarización bruta (los que asisten independientemente de que sean repitentes o tengan sobreedad) está superando el 100 por ciento, ahora la cuestión a analizar es cuál es el rendimiento de esos alumnos, y ahí surge que las tasas de repitencia en los 8º y 9º años de la EGB son realmente elevadísimas: entre un 10 y un 12 por ciento promedio para la provincia", explica Ghiraldi al respecto.

Pero, además, advierte que este porcentaje varía notablemente si se lo analiza por departamentos: "En los departamentos del norte provincial el desgranamiento oscila entre el 30 y el 50 por ciento".