| sábado, 27 de marzo de 2004 | Si de memoria se trata Entiendo la repulsión que nos genera la visión de un monstruo o de varios de ellos, pero si de no olvidar se trata, personalmente creo que es un error retirar los cuadros de los asesinos. Habría que dejarlos a la vista para no olvidarse de ellos ni de sus atrocidades, para mantener viva la memoria y garantizar el "Nunca más". Siguiendo a Perón, que decía que a los cargos hay que honrarlos, a estos cuadros habría que agruparlos con una leyenda que diga: "Los que deshonraron a la patria", y por debajo otra para que no queden dudas sobre lo que piensa de ellos todo el pueblo argentino: "Violadores, torturadores, genocidas". Algo así como una galería del honor y otra del deshonor. De esta manera haremos que las sucesivas generaciones conozcan a estos siniestros personajes y nadie olvide sus infamias, que como muy bien afirmó el gobernador Obeid, no empezaron en 1976 sino en 1955, cuando mataron a hombres, mujeres y niños.
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