| sábado, 27 de marzo de 2004 | Por no tener zapatos Mi nombre el Claudia Fiocca, soy la mamá de Noelia Donatiello de 13 años que cursa noveno año en el Colegio María Bicecci. Este año mi hija comenzó con los mismos zapatos del año pasado. Este lunes 22 de marzo pasado Noelia regresó con el dedo lastimado porque los zapatos le quedaban chicos. Como tenía las zapatillas de gimnasia (sin estrenar) color negras le dije que por unos días, hasta que yo le comprara los zapatos, fuera con las zapatillas. Le hice una nota en el cuaderno de comunicaciones explicándole a la preceptora que sólo era por unos días y que me disculparan. La nena fue al colegio y presentó la nota. Ella entra a las 12.45, a las 13.30 me llaman de la escuela para que la retirara del colegio porque no podía permanecer en zapatillas y que hasta que no tuviera los zapatos no podía concurrir a clases. Fui a buscarla y le dije a la preceptora que no estaba de acuerdo con la medida tomada, que fueran más humanos, que estábamos atravesando problemas económicos y que debían ser más flexibles, que yo no podía ir a robar, que sólo pedía unos días. Fueron a buscar a la nena que estaba en clases de Naturales y cuando la traen, la preceptora me dice: espere, así me firma que retira a la alumna. Le contesté que no firmaría porque no estaba de acuerdo y que yo no la estaba retirando, ellos la estaban echando hasta que tuviera los zapatos. Le pedí que me abrieran la puerta y me dice la preceptora: si usted no firma yo no le abro, así estuvimos un rato hasta que llegó la directora y me dice: ¿qué pasa señora? ¿por qué no quiere firmar? Le repetí que no estaba de acuerdo con la medida y que me dejaran ir, ellos me habían pedido que retirara a la nena y eso hice pero que no firmaría. Comencé a descomponerme, me puse a llorar y entonces allí me abrieron la puerta. Sin perder tiempo hice la denuncia en la Comisaría 1ª y en el Ministerio de Educación. Mientras tanto mi hija no puede ir al colegio, la discriminaron por no tener zapatos y hasta que nos los tenga no puede estudiar. No me gusta decir esto, pero quiero que sepan que soy separada, con cinco hijos, con uno que tiene una discapacidad, no tengo trabajo, sólo los 150 pesos que cobro del Plan Jefas de Hogar. No saben la vergüenza que siento por no poder darle a mi hija lo que necesita.
Claudia Fiocca
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