| miércoles, 24 de marzo de 2004 | El gas, un gran cuello de botella El gobierno efectúa febriles gestiones para evitar un colapso en el suministro del gas. Mientras que el ministro de Economía, Roberto lavagna, reiteró ayer su postura a favor de un aumento selectivo de las tarifas para mejorar la ecuación de las empresas y evitar el desabastecimiento -una medida que el gobierno planteó el año pasado pero fue frenada en los estrados judiciales- el presidente Néstor Kirchner instó ayer a las compañías del sector a "invertir" y a asumir el "compromiso" contraído ante el Estado, al tiempo que afirmó que "no tiene por qué haber problemas" de abastecimiento.
"Tienen que invertir porque desde 1996 prácticamente no invierten", insistió el primer mandatario. Además aseveró que el gobierno "va a garantizar que (las compañías) inviertan porque van a tener que aportar toda la inversión necesaria para acompañar el crecimiento argentino".
Según Kirchner, las empresas "en Argentina han ganado bien, tienen que invertir bien y tienen que cumplir con el compromiso que tienen".
Por su parte, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, insistió con una postura conocida.
Pero a esta altura del problema los aumentos pasaron a ser una cuestión secundaria, porque las empresas ya no están en condiciones de resolver la situación por falta de tiempo. Poner en marcha un nuevo pozo demandaría cinco meses y para traer el gas de Bolivia habría que reparar un ducto, lo cual demanda no menos de tres meses. Los aumentos sí abrirán el camino a las inversiones en la extracción, pero los resultados se verán a mediano plazo. enviar nota por e-mail | | |