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 domingo, 21 de marzo de 2004

Perspectivas
Misterios explicados
El investigador Milton Hourcade revela que los supuestos ovnis suelen ser fenómenos naturales

Claudia Bustamante

Milton Hourcade es un científico uruguayo radicado en Estados Unidos que dedica su vida a dilucidar los enigmas que mantienen a los hombres creídos de que cualquier elemento que se ve en el cielo es un objeto volador no identificado (ovni).

Hourcade estuvo en Buenos Aires convocado por el Centro Cultural Ricardo Rojas de la Universidad de Buenos Aires, en el marco de las conferencias que organiza el área de Ciencia y Tecnología. El científico, creador del Centro de Investigación de Objetos Voladores Inidentificados (Ciovi) del Uruguay y miembro de National Air & Force Museum, aseguró que "el 98 o 99 por ciento de las cosas aparentemente extrañas han encontrado su explicación. Ustedes no saben cuántas personas creen en ovnis y son cuerpos celestes observados bajo condiciones meteorológicas o psicológicas determinadas", agregó.


LUCES EN EL CIELO
Marpha es un pequeño pueblo texano donde se ven extrañas luces. El hacendado Robert Edison fue el primero en divisarlas en 1883 y a punto tal los lugareños creen hoy en su existencia y en su relación con extraterrestres que hay circuitos para turistas y las autoridades locales indican que más allá de lo que realmente ocurra, el asunto les resulta económicamente conveniente.

Las luces de Marpha fueron estudiadas en 2000 y se llegó a la conclusión que el fenómeno se debe a la propiedad reflexiva del suelo y pertenece a las llamadas luces terrestres, luminosidades que emanan de la tierra y para lo cual aún no existen explicaciones. Pero ovnis no son.

Y hay más cosas que fueron vistas durante muchos años y que a juicio del investigador terminaron confundidas con los ovnis.

Por ejemplo, los rayos lobulares que son formaciones naturales que se producen durante las tormentas y se pueden ver a diferentes alturas. Aunque son descargas eléctricas lentas, a veces pueden estallar provocando un ruido atronador y daños materiales.

Otro caso: los cúmulos nimbus son nubes bajas de tormentas siempre asociadas con densa lluvia y enormes descargas eléctricas que pueden causar graves daños materiales y aun la pérdida de vida humana.

Las tensiones de las capas tectónicas fueron analizadas por geólogos. Los científicos llegaron a la conclusión de que esos fenómenos, junto a los casos de concentración de minerales y fallas geológicas son capaces de crear manifestaciones luminosas denunciadas como ovnis.

Las luces fueron vinculadas asimismo a terremotos que pueden crear un fuerte campo que ioniza el aire produciendo destellos visibles.

El capítulo más impresionante de la exposición de Hourcade estuvo destinado a los aviones de los ejércitos norteamericanos, rusos y alemanes que con diferentes formas transitaron por el espacio aéreo libremente y fueron utilizados en su mayoría como espías durante el siglo pasado.

La construcción de aviones y naves espaciales llegó tan lejos que hoy existe la "tecnología stealth" capaz de producir aparatos no detectables por el radar.

Hourcade se pregunta "si la tecnología humana fue capaz de desarrollar artefactos aéreos que no son detectados por los radares, ¿qué podría decirse de las presuntas naves extraterrestres que fueron detectadas en infinidad de ocasiones por los radares? ¿Tecnología superior? No. La ciencia demostró que no hay presencia de una inteligencia no humana. Es obvio que se trata de un mito".

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