Cañada de Gómez: quejas de vecinos por ruidos molestos en un boliche

Una veintena de vecinos que tienen sus viviendas en cercanías de un boliche bailable ubicado en Quintana al 400 exigieron a las autoridades cañadenses "una solución" a una serie de inconvenientes que se suscitan en el interior del local, así como en los alrededores del inmueble durante los fines de semana.

Los fronteros requirieron a los funcionarios que apliquen "medidas de seguridad", a raíz de los destrozos que algunos jóvenes ocasionan en viviendas y bienes comunitarios. Vecinos de ese mismo barrio ya habían elevado, en forma aislada, similares quejas a las autoridades.

"Creemos que no es un momento de sano esparcimiento cuando al salir de un lugar bailable muchos adolescentes estén en estado de ebriedad, algunos de los cuales tienen conductas agresivas y violentas", detallaron en una carta presentada a la intendenta, Stella Clérici, y al Concejo.

Los vecinos precisaron los problemas que ocasionan algunos jóvenes a la salida del boliche: patean puertas, casillas de gas, golpean persianas de negocios, rompen canastos de basura, escriben paredes y tienen sexo en la calle.

"Entendemos que tenemos derecho a un descanso porque soportamos toda clase de ruidos como picadas de autos, motos, bocinazos, frenadas riesgosas, gritos de jóvenes y el volumen desmesurado de la música en el interior del local", comentaron en la misiva presentada.

Los cañadenses también expresaron que están dispuestos a colaborar para materializar las propuestas que tiendan a evitar los problemas comentados. "Estas cuestiones fueron elevadas a las autoridades políticas, policiales e incluso a los propietarios del boliche, sin obtener respuestas satisfactorias", añadieron.

También sugirieron que se ponga en marcha una planificación ordenada para proyectar una zona de locales bailables alejada de los barrios residenciales. "No pretendemos que se cierren las confiterías, pero queremos que se cumplan las leyes, como el control de la venta de bebidas alcohólicas", acotaron.