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 domingo, 21 de marzo de 2004

Binner sorprendió al PS con una carta
Propuso la continuidad de Giustiniani al frente del partido. Para junio están programadas las internas

Javier Felcaro / La Capital

El Partido Socialista (PS), en estado de efervescencia permanente, ya transita una etapa de definiciones que pendula de la simple renovación de autoridades al complejo futuro político de sus máximos referentes.

Los socialistas fijaron sus elecciones internas para el 13 de junio próximo (simultáneas con Santa Fe). Sin embargo, a menos de un mes de cerrar listas -15 de abril-, las huestes del PS se sorprendieron la semana pasada con una carta del ex intendente Hermes Binner instando a la unidad y proponiendo la continuidad del senador nacional Rubén Giustiniani al frente del partido.

El 14 de septiembre de 2003, a tan sólo una semana de los comicios a gobernador en Santa Fe, la hermética interna del socialismo (que viene in crescendo desde 1999) quedó al desnudo.

Binner, derrotado ajustadamente en las urnas por el PJ, aunque ganador de jugosos 800.000 votos, responsabilizó a Giustiniani por el fallido acuerdo con el ARI. A su entender, esa era la garantía del triunfo. Desde la otra vereda acusaron al ex jefe del Palacio de los Leones: "Les falta el respeto los que trabajaron por su candidatura".

Nadie volvió a cruzar palabra, salvo en la formalidad de los cónclaves partidarios. Los resquemores crecieron con la seducción K, barajándose desde un lugar para Binner en el gabinete de Néstor Kirchner hasta un guiño a su candidatura a diputado nacional en el 2005 (al que ahora se haría acreedor el rafaelino Omar Perotti), merced a la transversalidad.

El PS rápidamente abrió el paraguas y advirtió que esa construcción política, fogoneada desde la Casa Rosada, confunde gobernabilidad con hegemonía.

Paralelamente, el ex intendente fue tanteando el terreno para un eventual desembarco en la conducción nacional socialista, movida que activó los sensores de Giustiniani, dispuesto a dar pelea hasta el final. Aunque, a veces, las grandes adhesiones que se cosechan en el umbral no son las mismas puertas adentro.

Nada cambió y el lanzamiento del polo progresista junto al jefe del Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, y el intendente de Córdoba, Luis Juez, alimentó las suspicacias de los socialistas, atentos a la buena sintonía entre Binner y Kirchner.

Por eso, horas antes de la presentación pública del nucleamiento, el partido sacó a relucir otro documento, firmado por el ex intendente (secretario general del PS santafesino), ratificando su rechazo a la transversalidad.

"No queremos ser padres de ninguna criatura", le explicó a La Capital el propio Binner, quien, pese a rehusar convertirse en una pata peronista y aclarar que respalda al jefe del Estado desde la independencia partidaria, continúa dejando abiertos algunos interrogantes.


Lo que vendrá
En principio, el reciente mensaje de consumo interno enviado por el ex intendente implicaría aventar cualquier especulación de un salto similar al que protagonizó Héctor Cavallero.

Es más: si en el socialismo hay acuerdo, fumata blanca, es muy probable que Giustiniani renueve su mandato partidario y Binner, según los códigos no escritos de la política, haga lo propio en Santa Fe.

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