Celebraron el centenario de la elección de Alfredo Palacios como diputado

El abogado y político Alfredo Palacios fue recordado este sábado al cumplirse cien años del comicio que lo consagró primer diputado socialista de América, con el respaldo masivo de los hijos de inmigrantes pobres europeos que poblaban el barrio de La Boca de la capital argentina.

"Su compromiso siempre fue la defensa de la clase trabajadora y la crítica a una inicua organización que hace, según sus palabras, que los ricos sean cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres", citó para la prensa local el senador nacional y presidente del Partido Socialista Rubén Giustiniani.

Palacios nació en 1878 y en 1900 se graduó en leyes en la Universidad de Buenos Aires.

Su tesis doctoral sobre "La miseria en la República Argentina" lo distanció de la academia y lo aproximó al entonces emergente Partido Socialista, con cuyos emblemas fue electo diputado el 13 de marzo de 1904, cuando tenía 25 años.

El político venció a sus rivales conservadores en la votación para representar a la capital argentina, gracias al caudaloso apoyo que recibió en la circunscripción "San Juan Evangelista", hoy barrio de La Boca.

Ese distrito constituía el corazón de las barriadas obreras nutridas por la inmigración, especialmente italiana y española, que trajeron de europa su pobreza y sus ideas.

Entre sus proyectos de mayor relevancia figuraron la jornada laboral de ocho horas, la erradicación del trabajo infantil, la represión de la trata de blancas, la supresión de la pena de muerte, la indemnización por accidentes de trabajo y el reconocimiento de los derechos civiles de la mujer.

También propugnó el descanso dominical, que se convirtió en la primera ley protectora del trabajo en Argentina.

De oratoria encendida, exhibía en los debates una vehemencia que definía su personalidad y la tenacidad con que defendía sus convicciones.

Otras iniciativas suyas apuntaron contra el despido arbitrario, por la jubilación de los maestros, la licencia pre y posparto, la creación del Instituto Nacional de la Vivienda y del Registro Nacional de Identificación, la protección de los menores detenidos, la inembargabilidad de los sueldos y pensiones, el salario mínimo, vital y móvil.

Palacios también fue docente de Legislación Laboral y decano de las facultades de Derecho de las Universidades de Buenos Aires y de La Plata.

Durante los dos primeros gobiernos de Juan Perón (1945-1955), Palacios asumió un papel opositor que le valió persecuciones, exilio y cárcel, aunque siempre expresó respeto por "el pueblo peronista".

Según el presidente del bloque de diputados socialistas, Jorge Rivas, "en el imaginario colectivo está claro que Palacios fue quien gestó muchas leyes sociales que luego el gobierno de Perón llevó a la práctica".

Rivas, destacó "su sensibilidad social, su honestidad insobornable y su austeridad republicana".

Palacios fue reelecto en la cámara baja en 1912 y 1963 y también fue senador en 1932, 1935 y 1961. Murió en 1965 a los 76 años.

El diputado socialista Héctor Polino, que conoció a Palacios en sus último años cuando él era un militante juvenil, lo definió en cuatro frases: "Murió sin propiedades: sólo tenía dos trajes. Un verdadero idealista, un quijote".