Por las calles de Madrid

Madrid. _Integrantes de la Federación de Argentinos en España decidieron participar ayer en la multitudinaria marcha por las calles de Madrid para rechazar el terrorismo y repudiar el peor atentado de la historia de la península ibérica.

Si bien adhirió a la masiva convocatoria, el grupo de argentinos se mostró crítico del gobierno español por haber acusado "sin pruebas" a la organización separatista vasca ETA tras el atentado explosivo que causó 199 muertes y más de 1.400 heridos.

"Decidimos participar contra la barbarie", enfatizó Lorena Nores, de la Federación de Argentinos, tras reunirse con otras organizaciones de inmigrantes residentes en España para acordar una posición conjunta.

Paralelamente -desde Roma- el jefe del Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, afirmó que los ataques explosivos perpetrados el jueves son "un golpe contra toda la humanidad". Y dijo que la comunidad internacional "debe responder con mucha firmeza, pero con mucha racionalidad".

Los manifestantes cantaban "no está lloviendo, Madrid está llorando", y la columna se extendía a lo largo de dos kilómetros.

Consultado por La Capital Pablo Francescutti, un periodista rosarino que reside en Madrid desde hace catorce años, trazó un sombrío panorama de los días por venir. "Las perspectivas se me figuran igual de malas: si resulta ser ETA (la responsable de los atentados), habrá más encono entre los españoles. Pero si el responsable es Osama Bin Laden, existirá más xenofobia", explicó este periodista y profesor en la Universidad Rey Juan Carlos.


Futuro sombrío
Francescutti vaticinó que "la convivencia en este país se verá seriamente afectada, y no creo que los argentinos, que hasta ahora no hemos tenido problemas de integración, nos vayamos a librar de ello".

"Pero eso se verá mañana. Lo urgente es seguir contestando los e-mails de los amigos rosarinos que me preguntan si estoy sano y salvo", se apuró en agregar Francescutti.

Por último, rememoró el infierno vivido tan sólo 48 antes: "Tenía un sentimiento de vacío y tristeza. Repasé mentalmente la lista de amigos y conocidos. Para tranquilizarme, recordé que ninguno suele moverse por esa zona de Madrid. Era nuestro 11-S (en alusión al ataque a las Torres Gemelas en el 2001)".

Vino poco después la impactante manifestación (que había partido desde la plaza Cristóbal Colón) y arribaba a Atocha, la enorme estación ferroviaria madrileña que fue el lugar más castigado por el cruento atentado atentado múltiple del jueves.