Segunda lectura

Los pibes, más que una alternativa

José M. Petunchi / La Capital

Cuando, después de una gran jugada colectiva, Hernán Encina marcó el 3-1 enseguida comenzó a bajar de las tribunas el "vamo', vamo' los pibes ...". El reconocimiento genuino de los hinchas se sustentaba no sólo por esta mixtura de titulares y suplentes que le dio el primero y merecido triunfo del torneo, sino porque lo hizo jugando muy bien y respetando la idea base que Russo viene desarrollando: jugar al fútbol. Pero más allá del triunfo, lo más importante que entregó el encuentro fue el alto rendimiento de varios de los pibes.

Al cabo, los jugadores alternativos demostraron que son mucho más que eso. Están para más, aunque algunos están haciendo sus primeras armas, como Matías Irace (19 años), que en su debut como titular fue la figura. O el Sapito Encina (21), que estaba olvidado en el baúl de los recuerdos y la terminó rompiendo. Si hasta el propio Renzo Ruggiero (21), que venía alternando pero pasaba casi desapercibido, una vez que se acomodó -ingresó por Acuña- terminó teniendo los mejores 45 minutos desde que asomó en primera.

El otro ganador de la noche fue Miguel Angel Russo, que ensayó con un esquema más equilibrado y con el que no sería descabellado que vaya a jugar a Brasil, ante Coritiba. Con el resultado a la vista. Porque tuvo un equipo mucho más compensado, pero también con fútbol. Y sobre todo, con dos volantes por afuera -el talón de Aquiles de los titulares- como Encina e Irace, que demostraron su potencial.

Entre ambos no sólo se encargaron de anular a Romero y Mariano González, sino que además encabezaron con mucho criterio cada uno de los avances canallas por sus laterales. Tuvieron personalidad, pero también movilidad, sacrifico y fútbol.

Al fin, Russo terminó encontrando en los pibes los refuerzos por los que tanto bregó y nunca llegaron a Arroyito.

Matías Irace fue la figura de la cancha en su debut como titular.