"En cancha de siete era centrofoguar"

"En los torneos de siete había más espacios para demostrar las buenas condiciones. Yo siempre jugaba mucho usando la cabeza, es decir pensando las jugadas. Antes de agarrar la pelota ya sabía a quién darle el pase y ponía pelotazos a 30 y 40 metros, no como ahora que no saben dar un pase a dos metros", sostiene Palavecino desde su puesto de centrofoguar en esos torneos que "arrancaban a las 9 de la mañana y terminaban casi de noche. Como uno en el que jugamos cinco partidos en el día, y pensar que ahora juegan uno y se cansan", rememora y aclara que el torneo más importante que ganó fue el del 50 aniversario de Central Córdoba, con La Aurora.