| miércoles, 25 de febrero de 2004 | Gallego marcó territorio en su primera práctica Gustavo Conti / La Capital Algunos pensaron si en realidad se había traído la colchoneta a Bella Vista y pasó la noche allí. Es que Américo Rubén Gallego fue el primero en arribar, bien temprano, al polideportivo donde debutaría al mando del plantel leproso, al menos en un entrenamiento. Y cuando sus nuevos dirigidos recién entraban al vestuario a ponerse la ropa de fagina, él ya los aguardaba en el medio de la cancha. Esa fue su carta de presentación, marcando de entrada territorio de mando, como también lo hizo delimitando el trabajo de la prensa o extendiendo la primera práctica a casi 3 horas, en la que no faltaron retos.
El vicepresidente primero Rubén Yacopino y el secretario Marcos Lanzillotta se encargaron de presentar al plantel el nuevo cuerpo técnico, que ayer estuvo completo: Gallego al mando, Angel Bernuncio como su ayudante de campo y dos preparadores físicos: Jorge Luis Fleita y Gustavo Unsalo. Lo que siguió fue un monólogo del Tolo por espacio de 20 minutos, en los que hizo hincapié en que llegó a Newell's para ganar cosas, además de hacerles saber a los jugadores que ninguno tiene el puesto asegurado.
Puesta en escena Después sí, a trabajar. Y cómo. Sea o no puesta en escena para impresionar de entrada, lo cierto es que el plantel trabajó muy duro y con un novedoso sistema, como para marcar diferencias con el anterior cuerpo técnico. Se sabe que el presidente leproso Eduardo López le había exigido a Veira más tiempo de trabajo en la semana, por más que el plantel siempre estuvo impecable en el aspecto físico, y Gallego pareció darle el gusto.
Es que luego de su discurso de presentación, los jugadores tuvieron una media hora de entrada en calor, con ejercicios de velocidad y de pelota, que sirvió como prólogo a un extenso circuito físico de 10 estaciones que los mantuvo entretenidos por espacio de una hora.
Cada estación tenía su particularidad y el plantel recorrió cada una de ellas divididos en grupos de tres. En la primera había tres bandas elásticas atadas a un arco y los jugadores debían atárselas a la cintura y correr hacia adelante, repiquetear y dejarse volver. Luego venía una de distensión, en un juego de cabezas de dos contra dos (allí se agregó para completar el equipo el médico Ignacio Astore y luego el utilero Pancho Aquilano). La tercera consistía en levantar una barra y luego saltar vallas. La cuarta, saltar sobre plataformas de diferentes alturas simulando cabezazos. La quinta, correr con un paracaídas atrás que ofrecía resistencia. La sexta consistía en remates al arco. La séptima, piques cortos. La octava, fútbol-tenis. La novena, piques largos con esquíes con pesas atados a la cintura y la décima jueguitos con pelota.
Y después fútbol Parecía el final de la jornada cuando el singular entrenamiento llegó a su fin pero fue sólo un espejismo. Gallego dividió la cancha en dos y al plantel en cuatro equipos e hizo disputar un minitorneo de fútbol reducido donde sacó a relucir su autoridad, sin importar la chapa del jugador.
Así, Silvani recibió dos retos seguidos por no regresar y por no ceder la pelota atrás. "Otra vez Cuqui, otra vez", le recriminó, a lo que luego el delantero devenido a enganche pareció decirle que afloje un poco cuando terminó el mini-partido, recibiendo una sonrisa del Tolo, quien lo tuvo muchos años en River.
"No tengan miedo de pedirla", vociferó luego. "Hay que hablar, hay que jugar, están todos cagados, ¿qué mierda pasa?", les dijo luego a los más chicos del plantel que integraban uno de los equipos.
Obviamente, Gallego no dijo palabra alguna tras la práctica sobre si ya tiene formada una opinión respecto al equipo del debut. Lo único que llamó algo la atención fue que cuando dividió a los cuatro equipos, se quedó dirigiendo uno de los dos partidos en donde estaban casi todos los supuestos titulares, excepto Gabriel Ruiz, mientras que Marino y Vella formaban parte de ese grupo.
Gallego impresionó de entrada con un entrenamiento novedoso y sobre todo muy extenso. Pero además hoy hará doble turno y en el Coloso del Parque (9 y 17.30 horas), el mismo lugar adonde el plantel concurrirá mañana por la mañana, en ambos casos a puertas cerradas. El técnico ya dijo además que dialogará con la prensa sólo martes y viernes. El Tolo marcó territorio, se diferenció desde el vamos de Veira y a partir de ahora deberá demostrar si tantos cambios puede traducirlos en mejores resultados que los de la etapa que acaba de finalizar. enviar nota por e-mail | | Fotos | | |