| domingo, 22 de febrero de 2004 | "Creemos que fue un conocido" Los Zanier estuvieron en Rosario entre el lunes y el miércoles pasado: una estadía mucho más corta que la que previeron originariamente. Se alojaron en el Hotel Presidente, hicieron un tour urbano y salieron a comer. Para demostrar sus sensaciones fueron invariablemente italianos: cordiales para conversar y expresivos para mostrarse dolidos y apesadumbrados por lo que pasó con quien iba a ser su anfitriona.
Ellos descuentan que el asesino de Elia debió ser una persona conocida si entró a la casa con su consentimiento, una idea que la policía admite, ya que ninguna abertura tenía signos de haber sido forzada. A pesar de la relación que Elia tenía con sus otros primos argentinos -que viven en Buenos Aires y Reconquista-, ninguno de ellos pudo aportar algún dato para establecer si faltaban valores o dinero de la casa. El tema económico, que podría haber movilizado el feroz ataque a la mujer, estaba fuera de las cartas familiares. Consideran que el tema "es un poco delicado" para tratar en las líneas de las cartas que les permitieron estar cerca de otros aspectos de su vida. Un final que aún no pueden sumar a la reconstrucción documentada con escritos y fotos que forman el álbum con las noticias llegadas desde esta ciudad, cuya violencia espantaba a Elia y terminó con su vida. enviar nota por e-mail | | |