| domingo, 22 de febrero de 2004 | Tuvo que exigirse para bajar al líder Luján por 2 a 1 en el José Martín Olaeta Argentino y una victoria de esas El equipo de Marini falló en la definición en el primer tiempo y en desventaja revirtió el marcador con goles de Faría y Muñoz En el vestuario de Argentino los gritos retumbaban. Minutos antes el salaíto había concretado una de esas victorias que con el tiempo pueden cobrar una dimensión especial. Porque Luján se estaba llevando los tres puntos del estadio José Martín Olaeta con mucho oficio y poca ambición. Hasta que los albos enmendaron la escasa puntería de la primera etapa y lo dieron vuelta para bajar al puntero y prenderse en la lucha por el título. Los argumentos que expone avalan esa pretensión y a la vez incrementan el optimismo.
Suena remanido pero Argentino es de los pocos equipos de la Primera C que intentan tocar y mover la pelota hasta encontrar el destino seguro. Tal cual ocurrió ante Luján aunque sus intérpretes no rindieron en toda su plenitud. De todos modos le alcanzó para ser superior. No se plasmó en la red en el primer período porque Amaya enfrentó al golero Borgnia y la tiró afuera. Y porque el mismo delantero conectó de cabeza de manera deficiente un envío aéreo que le quedó un poco alto.
Argentino mandaba desde la solidez y prestancia de Sciretta y de Bassani para cortar y no regalarla, y por la actitud de los demás. Luján apenas lo inquietó en un córner que Pereyra cabeceó cerca. Pero los de Barrio Sarmiento retrucaron con un disparo de Aceto que cruzó el arco y nadie llegó a empujar.
El negocio de Luján era esperar y que la tuviera Brayotta, inteligente para poner el cuerpo y descargar. Del goleador lujanero nació la apertura. Se la dio a Pombo y éste alargó hacia David González que picó por detrás de Aceto. Cuando salió Andrada se la tocó por encima para desatar la euforia de la tribuna visitante. Fue un golpe que hizo trastabillar a Argentino. Que estuvo ahí nomás del nocaut cuando Brayotta no respondió a sus pergaminos al tirarla muy alta desde el área chica.
Había que despertar al equipo y el técnico Pablo Marini movió el banco. Para ganar en la creación sacó al intermitente Martínez y lo puso a Genesio. Y en busca de mayor desequilibrio en los metros finales entró Jorge García por un poco incisivo Amaya. Esta última modificación fue la que mayores dividendos le reportó. Porque el Cabezón se movió con inteligencia y dejó en claro una vez más que es un jugador clave. Sólo falta que recupere su mejor forma física.
Los minutos se iban consumiendo y Argentino no conseguía pisar con fuerza en el área visitante. Hasta que apareció Faría para ejecutar un tiro libre que todos imaginaban iba a llegar en forma de centro pero que hizo directamente al arco. La pelota superó el retroceso desesperado de Borgnia y se le metió por arriba. Y el salaíto fue por la heroica. Raschetti Sánchez la metió en el área, el ingresado Muñoz la paró en soledad mientras los defensores salían para dejarlo en posición adelantada, y el juvenil la introdujo abajo. Las protestas de Luján no sirvieron de nada.
Con sufrimiento Argentino ganó uno de esos partidos que no se deben escapar. No alteró el estilo de juego pese a encontrarse en la adversidad y lo pudo revertir para superar a Luján, que llegó al Olaeta como líder. De a poco el equipo de Marini se consolida y está reencontrando a un jugador fundamental como el Cabezón García. Habrá que abrirles el crédito. Síntesis Argentino 2: Andrada 5; Aceto 5, Sciretta 6 y Bassani 6; Raschetti 5, Bravi 5 (64’ J. García 6); Villarreal 5 y Faría 6; P. Martínez 5 (60’ Genesio 5); Amaya 5 (75’ Muñoz) y Vázquez 5. DT: P. Marini.
Luján 1: Borgnia 5; J. Pereyra 5, Repetto 6 y De Rossi 5 (65’ Sosa Moreno 5); Busca 5 (85’ Pagano), Pombo 5, Greco 5 y D. González 5 (77’ Marquiegui); D. Muñoz 5 y Oroná 5; Brayotta 6. DT: G. Garate.
Estadio: José Martín Olaeta.
Arbitro: Gabriel Morandi (5).
Goles: 57’ D. González (L), 74’ Faría (A) y 83’ Muñoz (A).
Expulsado: 88’ Oroná (L). enviar nota por e-mail | | Fotos | | Bassani mostró solidez en la defensa y se erigió como figura en los salaítos. | | |