| domingo, 22 de febrero de 2004 | Apostisalaítas Un gol polémico En el instante que Raschetti Sánchez envió el centro, los defensores de Luján salieron disparados para dejar en posición adelantada a los jugadores salaítos. Muñoz la recibió solo, se acomodó y remató a la derecha de Borgnia. Todo Luján le reclamó al árbitro Morandi que hizo caso omiso, lo mismo que el juez de línea Maximiliano Altavista. En los vestuarios, Muñoz aseguró que estaba habilitado.
Hizo caso y cumplió El gran interrogante de la tarde era si Guillermo Faría quiso
meter el centro en la primera conquista salaíta. "Marini me dijo que tirara al arco y así lo hice", contestó el goleador. Lo cierto es que, centro o no, la pelota viajó por el aire y se metió en el segundo palo. Imitó al Roña Castro Quedaban dos minutos para el final y en la mitad de cancha Villarreal lo tocó abajo a Oroná. La infracción fue sancionada por el árbitro Morandi. Hasta ahí todo normal. Pero el delantero de Luján tuvo una reacción inesperada y le aplicó un golpe en el rostro al volante salaíto. Oroná vio la roja y se fue a las duchas mientras sus compañeros rodeaban al juez vaya a saber para pedirle qué clase de explicaciones.
Gritos y responsabilidad Nadie se salvó del agua que arrojaron los jugadores de Argentino en el vestuario. Estaban eufóricos y no paraban de cantar. La victoria lo justificaba. Lo mismo que la mesura del entrenador Pablo Marini quien acalló la algarabía y les dijo que "hay que seguir siendo responsables", antes de citarlos para hoy por la mañana para entrenar. Es que el martes volverá a jugar contra Cañuelas. enviar nota por e-mail | | |