Las críticas a los piqueteros duros afloraron desde el palco

El santacruceño ratificó su buena sintonía con la gente y firmó convenios para obras públicas

Durante el acto realizado ayer en Rafaela, el presidente Néstor Kirchner enfatizó que "jamás" levantará su mano "contra otro argentino", al ratificar que no cree en "reprimir las ideas y en perseguir a los que piensan diferente".

Kirchner, quien tuvo un cálido recibimiento de los rafaelinos, los que se acercaron para saludarlo a lo largo del trayecto que unió el aeródromo con la municipalidad, llegó acompañado por el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido; el vocero Miguel Núñez y el titular del bloque de diputados nacionales del PJ, José Díaz Bancalari.

El jefe del Estado -quien había visitado la Perla del Oeste durante la campaña electoral, aunque en los últimos 30 días suspendió su llegada en varias oportunidades- fue recibido por el gobernador Jorge Obeid y el intendente Omar Perotti.

Por su parte, en el lugar del acto, el mandatario santafesino expresó su respaldo a la negociaciones por la deuda externa. Y le regaló al patagónico una jarra de vino con forma de pingüino.

La tensión que enmarcó las horas previas al postergado desembarco rafaelino del presidente se materializó en el palco, que estuvo flanqueado por tres carteles de apoyo el ex gobernador Carlos Reutemann, que decían: "Gracias Lole, volvé". Horas antes, el senador nacional se había excusado con Obeid, vía telefónica, de asistir a la ceremonia.

"Tengo toda la tolerancia, lo que no implica que me tenga que callar lo que pienso", afirmó Kirchner, quien instó a "encontrar un método de convivencia votando y eligiendo" a los gobernantes, en un claro mensaje a los piqueteros duros que el jueves cortaron rutas en distintos puntos del país y que anunciaron nuevas protestas.

"Es fundamental no extorsionarnos los unos a los otros", subrayó el santacrueño, y advirtió: "Cuidado con los pícaros que se aprovechan de las carencias que enfrentan argentinos con argentinos, buscando prebendas, que también eso es parte del clientelismo".

El jefe del Estado, además, le apuntó a la clase dirigente. "La política debe ser una herramienta para mejorar la condición de vida de la gente y no para servirse de ella". Antes había llamado a "terminar definitivamente las prácticas de corrupción que han frenado nuestro desarrollo".

Luego retomó sus críticas a las gestiones pasadas: "El trabajo fue desvalorizado en grado sumo y es hora de que los argentinos lo defendamos fuertemente". Por eso puntualizó que "hay que premiar al que pone el lomo".

Sobre las negociaciones con los organismos internacionales, Kirchner reseñó: "Para los que me apuran todos los días, los que nos vienen a visitar, y a los de adentro, estoy de acuerdo en que tenemos que integrarnos al mundo y en que debemos ser serios, pero la primera deuda a pagar es la interna".

Volvió a utilizar la metáfora del "infierno" para explicar que se salió de una situación difícil, pero que todavía falta para la recuperación. Y afirmó que "somos el segundo país del mundo en crecimiento, pero venimos de muy abajo".

"Estamos trabajando para que nunca más nos pase lo de la década pasada, que en nombre del ordenamiento y la modernización del país se regaló el trabajo y nuestra historia pionera", replicó. Tras pedirles a los rafaelinos que "nos comuniquemos, que hablemos permanentemente", el presidente sentenció: "Les puedo asegurar que en lo que más creo es en la gente".

Kirchner cerró así el acto que enmarcó el lanzamiento de obras viales por 51 millones de pesos y el Programa Federal de Emergencia Habitacional para construir viviendas a través de cooperativas de trabajo formadas por beneficiarios de los planes sociales. Además, se hizo un llamado a licitación para la remodelación de la ruta nacional Nº34, por una inversión de más de 34 millones.

También se firmó un acta de precalificación para el cableado del servicio de telefonía básica de Rafaela, se entregaron pensiones y equipamiento para hospitales. Por último, Kirchner rubricó un decreto que beneficia a empresas de Santa Fe, Buenos Aires y Córdoba por la exención de impuesto del Mercosur.

En tanto, representantes de empresas afectadas por la inundación en la capital provincial aprovecharon para acercarle al patagónico un petitorio en procura de ayuda urgente.