| sábado, 21 de febrero de 2004 | Emergencia en Aeroparque. Una maniobra precisa El comandante dijo que "fue como un turno de simulador" El piloto Eduardo Perrota aseguró que no hubo pánico entre los pasajeros Eduardo Perrota, el piloto que logró ayer completar con éxito el aterrizaje con un avión al que le faltaba una rueda, restó todo dramatismo al episodio, dijo que no hubo pánico entre el pasaje y comparó la maniobra con "un turno de simulador".
Perrota sostuvo que los 150 pasajeros del avión de Austral estuvieron permanentemente informados de lo que sucedía durante la hora y 20 minutos que duró el vuelo antes del aterrizaje en Ezeiza y que nunca se les ocultó la verdad.
El comandante, de 50 años, casado y padre de tres hijas, explicó que situaciones como las que generan este tipo de incidentes son practicadas por los pilotos de la empresa en los simuladores de vuelo cada seis meses, en Estados Unidos.
Con una trayectoria de 20 años en la compañía y más de 15 mil horas de vuelo, Perrota ofreció una conferencia de prensa minutos después de haber dominado a la máquina en la pista de Ezeiza, donde fue recibido como el "héroe del día" por su compañeros y por el personal de la estación aérea.
"Fue nada más y nada menos que un turno de simulador", dijo. "No existió ningún peligro porque los aviones están diseñados con dos ruedas en cada tren de aterrizaje y, por manual, con una rueda es suficiente para aguantar todo el peso del avión como fue en este caso", aseguró.
Perrota comentó que "en ningún momento cundió el pánico" y que "todos los pasajeros bajaron del avión diciendo que estaban conformes con la tarea realizada", expresó.
A su turno, Julio Scaramella, portavoz de Aerolíneas Argentinas-Austral, hizo hincapié en que los pasajeros aplaudieron al piloto cuando la máquina se detuvo en la pista.
Perrota aseguró que desde el momento en que se le informó desde la torre de control que había perdido una rueda, hizo todo los posible para trasmitir la emergencia en inglés a los pasajeros, que en su mayoría eran extranjeros. "Algunos pasajeros eran árabes o israelíes y no todos sabían inglés", apuntó.
El piloto agregó que hubo tiempo suficiente para incluir en el plan de emergencia a los pasajeros y también para seleccionar a algunos de ellos para el caso de que fuera necesario organizar una evacuación rápida por la presencia de fuego.
"La forma de abandonar el avión no es caminando sino que se hace por toboganes de emergencia, por lo cual se necesita más gente para ayudar a la evacuación", contó.
El comandante dijo que se sobrevoló el río de La Plata durante una hora y veinte minutos, tiempo en el que se preparó la cabina y se consumió el combustible necesario para quitar peso al avión y aterrizar con la menor velocidad posible. (Télam) enviar nota por e-mail | | |