| domingo, 08 de febrero de 2004 | Hace un par de años viajaron a Europa o EEUU en busca de un futuro mejor Jóvenes del sur santafesino que vivían en el exterior emprendieron el regreso Nostalgia, falta de proyección individual y la bonanza del campo son los principales motivos de la vuelta a casa Carlos Walter Barbarich / La Capital Venado Tuerto.- Falta de proyección individual, nostalgia y una incipiente mejora de las condiciones económicas en la Argentina son las razones por las cuales muchos jóvenes del sur santafesino que hace un par de años se fueron a buscar un futuro mejor en otros países están volviendo. Al parecer, Europa -uno de los destinos más elegidos para probar suerte- no es ninguna panacea y, mientras tanto, las noticias sobre la actual bonanza del campo y sus consecuencias están llegando a los jóvenes que hasta hace poco pensaban que la única salida estaba a través del Aeropuerto Internacional de Ezeiza.
En las calles de las ciudades y pueblos del sur provincial vuelven a verse caras que no aparecían desde hace al menos dos años. Y quienes no pudieron o no se animan a volver, están cada vez más ansiosos por saber cuánto realmente cambiaron las cosas en la Argentina, y si en realidad esos cambios serán duraderos. Es que el patético panorama de finales de 2001 no es algo fácil de olvidar para quien lo vio desde afuera o decidió irse a partir de ese momento.
"Siempre le comento a mi nene que está en Italia que las cosas están cambiando en el país y que hay muchas más posibilidades de trabajar que antes", dijo Norma respecto de su hijo arquitecto.
Es que la crisis que terminó de explotar a fines de 2001 fue tan grande que no se salvó ni siquiera Venado Tuerto, otrora conocida como la Esmeralda del Sur por su pujanza y su capacidad de salir indemne de los vaivenes de la economía. Entre 2000 y 2001 la policía federal venadense rompió sus récords en lo referido a otorgar pasaportes y no precisamente por cuestiones de turismo. Esta zona no fue ajena ni a la crisis ni a uno de sus efectos más notorios: el éxodo, principalmente de jóvenes, en busca de un futuro mejor en otro país.
Brilla pero no es oro Javier es un joven venadense que probó suerte unos meses en España, pero pese a su condición de profesional de las artes visuales, nada le fue fácil. "Sólo obtuve empleos ocasionales, mal pagos y te diría que hasta casi denigrantes", admitió para agregar: "Fui con la idea de trabajar en lo mío y poder crecer en ese sentido, pero nunca pensé en emigrar para terminar haciendo cualquier otra cosa en otro lugar".
A Juan Pablo le pasó lo mismo pero en los Estados Unidos: "Pensé que era mucho más fácil la posibilidad de progreso en ese país pero la realidad me devolvió la verdad en la cara. Nada es como se dice fuera de la Argentina; al contrario, es muy difícil llevar adelante un proyecto personal".
Muchos de los testimonios de quienes estuvieron fuera del país tienen puntos de coincidencia. Son menos los que verdaderamente triunfan en lo laboral y muchos más quienes la pasan mal desde todo punto de vista, tanto en lo económico como en lo afectivo. Quienes han vuelto también confiesan que, al estar afuera, casi nadie reconoce estar mal y entonces las noticias que llegan al país sobre el primer mundo "vienen cambiadas".
Así lo confió Pablo, quien regresó a la Argentina hace unos meses luego de haber estado en España: "Si hablás con familiares de chicos que están fuera del país te van a decir que están bárbaros y que tiran manteca al techo. Pero al llegar allá te das cuenta de que la realidad, en la mayoría de los casos, es otra", sostuvo el joven, para agregar: "De los que se fueron últimamente son pocos los que logran desarrollarse económica y profesionalmente, más allá de lo que ellos digan. La mayoría hace laburos para vivir que acá jamás hubiesen hecho porque les daría vergüenza. Y esto también es una realidad que hay que decirla". enviar nota por e-mail | | Fotos | | |