Opinión: Sensaciones

Norberto Puntonet / La Capital

Antes de emprender un viaje en busca de nuevos horizontes y dejar apilados todos los afectos en el arcón de los recuerdos hay que tener en cuenta también que aparecerán nuevas sensaciones, ya que los argentinos somos latinos, y por lo tanto románticos y nostálgicos. Pensar en muchas noches de soledad en alguna oscura habitación de hotel barato, con los puños apretados bajo la almohada húmeda por nuestros ojos añorando a los seres queridos. Pensar en los mates calientes y los asados a punto que a la distancia no pueden compartirse, en el calor del abrazo y el cosquilleo en el estómago que se siente en un beso. En que nos perdemos de ver crecer a los niños y envejecer a los más grandes, y que no estará nuestro hombro para dar consuelo a un amigo cuando lo necesite. Pensar que el trabajo lejos del hogar, muchas veces mal pago, no alcanza para aliviar la angustia del destierro y sólo sirve para alimentar la ansiedad por el reencuentro. Serrat canta en un soneto que "de lejos dicen que se ve más claro", pero de lejos también se sufre más.