Guitarra negra

Cuentan los viejos pobladores del sudeste rionegrino que por la Bajada del Diablo, en el borde oriental del Bajo del Gualicho, están las Cuevas de la Salamanca, sitio donde don Bernabé Lucero habría hecho un pacto con el Lucifer.

En una de esas oquedades se habría internado alguna vez don Lucero, un hombre que vivió en la localidad de Valcheta y murió hace dos décadas.

Lucero era un rústico peón rural sin mucha educación, pero un día después de un supuesto entrevero con el Diablo, comenzó a lucirse como un eximio intérprete con una guitarra en sus manos, según refiere la historia oral de la zona.

"Se va y regresa al poco tiempo, viene buscando para el lao nuestro, muy enfermo. Esa vez que estuvo yo tenía 18 años; fue cuando apareció tocando tan lindo la guitarra", recordó José Severo Lucero, de 82 años y "hermano de parte de padre" del guitarrero.

Don Bernabé le dijo a José Severo: "vos si querés aprender a tocar la guitarra como yo tenés que venir a la cueva del Gualicho, donde está la Salamanca", pero pasaron los años y nunca le reveló a su medio hermano el sitio exacto de aquel lugar.