| domingo, 01 de febrero de 2004 | A cinco días del debut en la Copa, Russo debió modificar el sistema tático Central: La ida del Equi obligó a un cambio de planes El técnico apostaría a la experiencia del chileno Acuña para armar un mediocampo más compensado José M. Petunchi / Ovación Durante el verano Miguel Angel Russo, DT de Central, advirtió que en la Copa Libertadores debían ser menos frontales. Haciendo una libre asociación, se podía interpretar que la idea del entrenador era un equipo más compensado y con menos brillo. Es decir que en su mente ya rondaba la idea de resignar el buen trato que tenía con Ezequiel, Messera y Vitamina para darle lugar a un esquema más solidario, sobre todo cuando tuviese que jugar de visitante. En ese marco, la incorporación del chileno Clarence Acuña encajaba a la perfección. Su llegada alimentaba esa teoría. Pero el devenir de la pretemporada y, sobre todo, los encuentros amistosos, mostraron que el chileno estaba lejos de su mejor condición física, un aspecto esencial para que pueda desarrollar sus virtudes: mucho despliegue, entrega y un buen trajín.
Conclusión: aquella idea original del DT fue perdiendo fuerza ante la contundencia que entregaban las evidencias y Russo insistió con uno de los puntos fuertes que tenía el equipo: el control de pelota en el medio con el Equi, Mariano y Vitamina.
Todo marchaba según lo planeado. Sin embargo, una semana antes del debut en Paraguay ante Olimpia -el próximo jueves-, hubo un quiebre, una situación inesperada que golpeó duro a todos los canallas: Ezequiel ya no se pudo resistir a los dólares de los griegos y se despidió de Arroyito. Esa partida le cambió ostensiblemente de un momento para otro los planes -y el humor- al entrenador.
Entonces, Russo se inclinó el último viernes ante Fénix por lo más lógico: paró un medio con Acuña por derecha, Herrón por el medio, y Vitamina y Messera alternándose en la función de volante por izquierda y enganche.
Como consecuencia perdió volumen de juego, la fluida circulación de pelota que tenía en el medio y la profundidad que conseguía con eso y con la permanente rotación de los tres volantes ofensivos. En contraposición, y pese a que el chileno está lejos del ritmo futbolístico necesario, asoma como más equilibrado y compensado, desde el mismo momento en que Herrón tiene menos terreno que cubrir en esa zona.
No obstante, otra alternativa que persigue la misma finalidad y que siempre utiliza el DT -el viernes no fue la excepción- es el tándem conformado por Rivarola (como defensor) y Papa (como volante) por izquierda, para colaborar en la contención con el pac-man del medio, Herrón.
Una tercera variante, para nada descabellada y que ensayó bastante en la pretemporada (aunque cuando estaba el Equi, que actuaba de mediapunta), es que juegue con un sólo punta, una tarea en la que se alternaron Cámpora y Herrera. En ese caso el medio quedaría integrado por Acuña, Herrón y Papa, con dos enganches (Messera y Vitamina) y un solo punta.
Pero volviendo al eje central, lo que pierde con el chileno, desde su precaria condición física, lo equilibra con su temperamento y sobre todo experiencia en cotejos internacionales. Un ítem a tener en cuenta, especialmente cuando se trata de un rival copero como Olimpia. Además su presencia le ofrece alternativas tácticas dentro de un mismo partido, ya que puede jugar como volante por derecha o como doble cinco, como alternó ante los uruguayos.
En definitiva, con la partida de Ezequiel el punto fuerte que tenía Central, que era el mediocampo, pasó a ser uno de los temas a resolver por Russo en los pocos días que quedan para el debut. El técnico evaluará las alternativas y resolverá en consecuencia, pero ninguna lo convencerá tanto como la permanencia del Equi. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Acuña se encamina a reemplazar a Ezequiel. | | |