Punto de vista: El simulacro de eterna novedad

Fernando Toloza / La Capital

El mundo de Hollywood decidió apretar el acelerador al entregar los Oscar el 29 de febrero. Adelantó casi un mes la entrega sin importarle, por ejemplo, que el Globo de Oro y el anuncio a las nominaciones se rocen. Como todos los años, en Rosario aún hay películas nominadas que no se conocieron y el apuro de Hollywood hace prever que no se podrán ver antes de la ceremonia. "Capitán de mar y tierra" y "Perdidos en Tokio" son dos de ellas. "Regreso a Cold Mountain" y "House of Fog and Sand", un par más. Y la lista puede seguir.

Junto al apuro se destaca la certeza. Para todo el mundo el número puesto del Oscar es "El señor de los anillos". Ganó millones de dólares, adaptó al cine una obra mítica y no lo hizo nada mal. Además, en las dos entregas previas el filme fue desairado.

Por momentos parece que Hollywood quiere sacarse de encima a "El señor de los anillos" y por eso aprovechó el año bisiesto para adelantar todo y terminar con la pesadilla de cada año tener que verle la cara al bueno de Peter Jackson, ese gordito con pinta de coleccionista y fanático adolescente. Un Alex de la Iglesia menos glamoroso y con más hamburguesas en su haber y su cutis.

Fernando Meirelles, el director de "Ciudad de Dios", fue la gran sorpresa de las nominaciones, con su candidatura a mejor realizador. Es un caso curioso, porque el año pasado su película también había tenido opciones de ser elegida pero pasó inadvertida. Su nueva oportunidad suena un poco extraña, aunque legalmente todo sea posible. De todas maneras, su nombre quizá sea decorativo, ya que el que tiene todo para ganar ese rubro es Clint Eastwood. La maestría con que dirige "Río místico", exponiendo un tema apto para el golpe bajo aunque evitándolo, su sabiduría para narrar la historia, pueden pesar y también justificar que su filme no gane como mejor filme y Sean Penn vuelva a quedar en el limbo del rebelde hollywoodense.

Este año al parecer no hay amenazas como en la edición anterior lo fue la guerra de Irak. Quizá entonces la única sorpresa esté en que ganen los nombres menos conocidos, como la chica neozelandesa de "Jinete de ballenas" o la de nombre oriental En "House of Sand and Fog". Como para que parezca que hay noticia.