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 domingo, 01 de febrero de 2004

Los intelectuales argentinos y el III Congreso de la Lengua Española
Gorodischer: "No existe ningún idioma vivo que sea puro"
La rosarina, autora de más de 20 libros de ficción, analiza el eje temático del evento

Laura Vilche / La Capital

Ser feminista, esposa, madre y abuela, usar pelo muy corto y aros muy grandes, tanto como escribir unos 20 libros con historias de ficción son sólo algunas de las decisiones que tomó en sus 75 años de vida Angélica Gorodischer. Autora de "Trafalgar" y "Kalpa imperial" (editada por primera vez en el 83 y reeditada en inglés el año pasado), nació en Buenos Aires, pero desde su infancia vive en Rosario. Habló con La Capital sobre el III Congreso Internacional de la Lengua Española, el máximo encuentro mundial del idioma y la cultura iberoamericana, que se realizará en noviembre próximo en la ciudad. Analizó el eje temático del evento y dijo, entre otras cosas, que no hay país o provincia que hable mejor el español. "No existe ningún idioma vivo que sea puro, todos los países de habla hispana usamos un castellano mestizo", remarcó.

Gorodischer fue propuesta por el municipio como panelista del congreso junto a otros dos rosarinos: Jorge Riestra y Roberto Fontanarrosa. Ahora basta que la Real Academia Española y el Instituto Cervantes aprueben la tríada a la que el gobierno argentino ya le dio el visto bueno.

-¿Qué pensó apenas se enteró que el Congreso se haría en Rosario?

-Me pareció muy bueno. Aunque a veces me da la impresión que se habla más de cómo vamos a preparar a la ciudad turísticamente o cómo vamos a arreglar las calles que de lo que se va a discutir en este congreso. Pero bueno, me gustan los congresos: los de ferreteros, escribanos, tacheros y también de literatos. Cómo no me va a gustar este congreso si yo trabajo con las palabras. En estos espacios de especialistas participan muchas otras personas y esto es bueno. Además, me parece bien que lo organice la Real Academia, una entidad tan importante e ilustrada, pero quiero aclarar algo...

-¿Qué cosa?

-Es la gente la que hace vivir el idioma. La Academia aprueba, pero los cambios del lenguaje se hacen desde abajo. Las evoluciones siempre se hacen desde abajo.

-¿Y se imponen desde arriba?

-A veces sí. Pero en el caso de la lengua, la Academia sólo aprueba. Por ejemplo, a la palabra macana la usaban mi abuelito y mi papá, y un día la Academia la aprobó teniendo en cuenta que era un argentinismo que se usaba mucho. Otro ejemplo es el lunfardo, un lenguaje que viene del lumpenaje más sumergido, pero a pesar de ello seguimos usando las palabras mina, bacán o cafiolo, y así aún no se aprobaron. No pasará mucho tiempo para que aparezcan en el diccionario.

-¿Usted usa el diccionario de la Real Academia?

-Sí, también el de sinónimos, el de dudas, el Manuel Seco -donde están todas las palabras que se usan, aún las que no aprobó la Academia- y el de María Moliner. De todos modos, no acudo a ellos para que me enseñen, en general los diccionarios son una buena cosa, pero no son Dios, ni hay que acatarlos siempre. Sí me gusta encontrar en ellos palabras maravillosas: el español es maravilloso. Bueno, el español... en realidad existe el castellano, el catalán, el vasco, el gallego. Es la segunda lengua más hablada del mundo. También está el chino, pero fragmentado en varios dialectos e idiomas. No se puede decir que se habla chino, sino distintas clases de chino. En cambio, nosotros nos entendemos en toda Latinoamérica, es el único continente que tiene el mismo idioma. La excepción es Brasil, pero a su lengua la entendemos bastante bien.

-Claro que hay palabras que decimos en un país o región que mejor ni repetir en otro...

-Por su puesto. No se te ocurra decir pico en Chile o bicho en Puerto Rico, como las decimos acá, porque allí llaman de ese modo al miembro masculino.

-¿Cree que hay provincias o países que hablan mejor el castellano que otros?

-No, no hay un mejor idioma castellano. Todos lo hablamos con diferentes matices. No se trata sólo de cántitos diferentes, sino de estructuras, maneras de expresarse y la elección disímil de palabras. Detrás de esa idea hay una noción peligrosa.

-¿Cuál?

-La noción de pureza. ¿De qué pureza del idioma me hablan? No existe ningún idioma vivo que sea puro, todos los países de habla hispana hablamos un castellano mestizo. Sólo el griego antiguo y el sánscrito no lo son, pero porque están muertos. No hubo con ellos ni colaboración de otros idiomas o niveles sociales. Igualmente es interesante estudiarlos, pero eso es otra cosa. La pureza no existe, ni en lo social, ni en lo natural. Hay quienes la han buscado, como Hitler, pero ya sabemos lo peligroso que es eso. Nuestro idioma no es puro. Tenemos palabras de todas las nacionalidades. Las palabras almohada, alcohol, alcuza, todas hermosas, vienen del árabe, es decir que en algún momento fueron extranjeras.

-¿Usted cree que se habla castellano cada vez peor o que los jóvenes manejan un lenguaje pobre?

-Es cierto que el lenguaje que oímos hablar parece haberse achicado, pero no estoy segura de que eso sea un signo de pobreza. Se usan menos palabras como en todo idioma, pero se incorporan otras como las de la informática. Algún día bit o formatear serán parte del castellano.

-Hay quienes se escandalizan porque eso ocurra...

-Pavadas. Nuestras palabras también se infiltran en otros idiomas y eso está bien, es saludable. A no escandalizarnos, estamos hechos de palabras, el idioma nos hace humanos.

-Usted es feminista, ¿cómo cree que trata el castellano a las mujeres?

-El idioma trae sutilmente los prejuicios de la gente y el castellano es fuertemente sexuado. Si hay cinco mujeres juntas hablan de sí mismas como "nosotros" y si les llamás la atención opinan que es una tontería. No estoy de acuerdo: somos lo que hablamos y las mujeres no tenemos por qué hablar en masculino.

-¿Qué le parecen los invitados a la apertura y al cierre del Congreso de la Lengua (Héctor Tizón, Carlos Fuentes, Francisco Ayala, Juan José Saer, José Saramago, Mario Benedetti y Guillermo Cabrera Infante)?

-Todos muy respetables, pero me pregunto, ¿dónde están las mujeres? ¿Acaso no existen? Sólo cito algunos nombres: Margo Glantz (México), Diamela Eltit (Chile) y Mayra Santos (Puerto Rico). Y además, ¿dónde está toda la gente que no es de países de habla hispana, pero saben de español más que nosotros mismos? Hay una mujer que es extraordinaria en este sentido, es de Islandia y su nombre es Holmfridur Gardasdottir.

-¿Qué otras lenguas habla usted?

-Francés e inglés.

-¿Les gustan más que el español?

-No, me quedo con el español. Es una lengua con la que podemos insultar y maldecir con fluidez, que a veces es dulce, otras elegante, y muchas más burda y torpe. (Jorge Luis) Borges decía que estaba condenado al castellano. Salvando la gran distancia, algo de eso me pasa.

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Gorodischer reclamó que no diserten escritores.

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