| domingo, 01 de febrero de 2004 | Ateísmo militante Continuando con los certeros argumentos vertidos por Cristina de Delgado en su carta publicada el pasado martes 27 de enero, quiero señalar que en mi carácter de abogada y ciudadana también me encuentro consternada por las declaraciones de la propuesta doctora Argibay, para ocupar un cargo en la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Una mujer que se declara feminista está anticipando su inclinación hacia una línea fronteriza con las conductas libertinas y cuasi delictivas, que se manifiestan en agresiones del movimiento feminista a todo aquel que no coincida con sus postulados. Por tanto, como yo no soy feminista, me siento discriminada por la doctora Argibay. Pero hay un dicho (hecho) más grave, la letrada propuesta se declara "atea militante". Como católica militante me siento absolutamente limitada en el ejercicio de mis derechos, sabiendo que si alguna vez llega el caso de un católico o uno mío propio al ámbito de la Corte el resultado ya está anticipado de parte de Argibay. Por otra parte, como me comentaba un colega, la candidata al manifestarse "atea militante" se invalida para poder jurar por la Constitución nacional, que desde su propio preámbulo reconoce a Dios como fuente de toda razón y justicia. En una palabra y por sus propias declaraciones, resulta que Argibay no respeta la vida, ni los postulados constitucionales y está enrolada en el movimiento feminista que dista mucho de ser pacíficamente admitido por millones de argentinos que nos veremos sometidos al pre-juicio de esta discriminadora atea militante.
Nereida Brumat Decker
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