Turismo inseguro. La violencia se apoderó de las playas del sur brasileño

Cruento asalto a dos argentinos en Brasil

El cónsul argentino Valdo Pal Mai indicó que el nuevo fenómeno es consecuencia de la crisis económica del país

Dos turistas argentinos fueron ayer asaltados y atacados, uno de ellos de un balazo y otro con una puñalada, por tres delincuentes encapuchados que irrumpieron en una posada de Florianópolis. El hecho se suma a una gran cantidad de robos que están ocurriendo por primera vez en las playas del sur brasileño, según indicó el cónsul argentino de esa ciudad, Valdo Pal Mai, quien interpretó que el nuevo fenómeno es el efecto de los últimos años de crisis económica en Brasil y del tipo de turistas que ahora pasan sus vacaciones en esta zona. Pero también hay otro tipo de violencia en la calle y principalmente en los boliches: nunca antes se vieron tantas peleas, la mayoría protagonizadas por argentinos alcoholizados.

Las víctimas del asalto de ayer fueron los porteños Carlos Sergio Pugliese, de 39 años, quien recibió un balazo en la espalda y se encuentra internado en un hospital de Florianópolis, y Jorge Alberto Pérez, de la misma edad, herido de una puñalada en la cabeza, que ya fue dado de alta.

Según informó el cónsul Pal Mai, el caso ocurrió a la una de la madrugada cuando los dos argentinos se encontraban en una posada que alquilaron en Praia de Armacao a unos 25 kilómetros al sur de Florianópolis.

Los hombres se encontraban descansando cuando les tocaron la puerta, abrieron para averiguar quién era y enseguida irrumpieron tres encapuchados, dos de ellos armados con pistolas y otro con un cuchillo. Pal Mai relató que los turistas se resistieron y los delincuentes balearon a Pugliese en la espalda y le produjeron un corte profundo en la cabeza a Pérez, para luego robar sus pertenencias de la posada y huir.

Los dos argentinos fueron derivados de urgencia al hospital Celso Ramos, donde Pugliese fue sometido a una operación quirúrgica, ya que la bala le perforó el intestino, el hígado y el bazo. En tanto, señaló que Pérez sufrió dos heridas de arma blanca en la cabeza, que le provocaron dos profundos cortes, y también tenía un roce de bala en la sien, pero luego de ser atendido le dieron el alta.

El baleado continuaba ayer internado en una sala de terapia, donde los médicos lo vigilaban permanentemente para evitar que sufra una infección, ya que tenía una hemorragia interna. Pero por la tarde se mostró de buen ánimo.

En relación con los costos de la operación, el cónsul argentino dijo que "la posada en la cual se encontraban debería afrontar todos los gastos", ya que el incidente ocurrió dentro de la hostería.


Se terminó la tranquilidad
La tranquilidad ya no es la característica de las playas del sur brasileño. Pal Mai aseguró que "hay miles" de turistas argentinos en esa zona y agregó que "a diferencia de otros años, en este verano se están registrando mucho asaltos".

"Otros años había accidentes de tránsito, pero ahora se están registrando muchos robos a turistas", explicó el funcionario, quien recomendó a los argentinos que se cuiden de los robos, ya que "los que vienen pensando que pueden dejar todo abierto o alquilar en cualquier lado son el blanco preferido de los ladrones".

El cónsul aseguró que el fenómeno es nuevo. "Es el efecto de estos últimos años de crisis económica en Brasil, que provocaron un aumento de la criminalidad, sumado a que el perfil socioeconómico de los argentinos que vienen ahora a estas playas aumentó".

Según explicó, muchos delincuentes esperan que los turistas vayan a la playa para violar ventanas o puertas de las casas alquiladas y entrar a robar. Los abogados misioneros Oscar González y Miguel Iglesias y sus familias lo sufrieron en Garopaba, al sur de Florianópolis. Les robaron todo lo que encontraron. Y un dato revela la grave situación: en esta localidad de 3500 habitantes se registraron en 12 días 520 denuncias por robos.

En declaraciones a un matutino porteño, Iglesias relató que "todas las mañanas un auto pasa por un quiosco a levantar los electrónicos robados y cambiarlos por drogas, que luego les venden a los propios turistas".

Pal Mai recibe diariamente a argentinos que se quedaron sin documentos o plata después de un robo, y por eso consignó que hay que extremar las precauciones. Una de ellas es no dejar el auto estacionado en cualquier lado y otra mantener en las casas las ventanas y puertas bien cerradas. Pero esto al parecer no alcanza: las familias de Marcelo De Lucca y Sergio Moratti, que estaban instaladas en el hotel Chandra, de Jureré, descubrieron al volver de la playa que les habían arrancado la reja de los dormitorios. El caso llegó a los medios y el hotel tuvo que indemnizar parcialmente a los huéspedes, algo que nunca había ocurrido. A las familias les robaron 7.000 dólares en equipos electrónicos y dinero en efectivo, y tuvieron que volver a Buenos Aires.

Las autoridades brasileñas han tomado conciencia de este hecho y el estado de Santa Catarina habilitó la Delegación de Protección al Turista, a cargo de policías que atienden reclamos y aconsejan a los visitantes. Además de los consabidos "no andar con objetos de valor, no descuidar carteras y máquinas de fotos, y no atender a personas extrañas que se acercan para ofrecer ayuda", se le suman la de alquilar inmuebles a agentes que estén registrados en el Creci (órgano oficial de los operadores), que ofrece garantías si hay algún tipo de incumplimiento.

Pero la violencia va más allá de los robos, ya que como nunca antes se puede asistir a un pelea callejera o quedar inmerso en una disputa en un boliche. El alcohol ayuda y la policía brasileña no es muy contemplativa. (Télam y DyN)