| | domingo, 11 de enero de 2004 |
 | Un médico a la derecha
Una comida de fin de año, alrededor de una mesa que invitaba al placer, sirvió para reunir al grupo de viejos amigos. En eso estaban el ex concejal Pablo Cribioli; el presidente de la Corte Suprema de Justicia de la provincia, Roberto Falistocco; el "Gato" Bartomioli, y los ex ministros Héctor García Solá y Daniel Germano. Entre brindis y recuerdos del año que se iba, llegó el llamado con la invitación. Al rato, la sobremesa había cambiado de escenario y se extendía animadamente en la quinta que el periodista Nacho Suriani tiene en Roldán. Y los augurios de un buen 2004 se sucedían uno tras otro. Todo bien hasta la hora de la despedida. Parece ser que cuando Falistocco encaró la puerta para salir tuvo la poca fortuna de chocar con el blindex. Buen susto se llevaron todos cuando vieron los vidrios rotos y la sangre en su mano. Pero tras la aplicación de algunos puntos de sutura se quedaron más tranquilos. O no tanto, porque las vendas hacen que el funcionario se vea en figurillas para poder estampar su firma cada vez que debe hacerlo.
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Asado y política en Funes
Después de su alejamiento del Concejo municipal y de bajar su candidatura a la gobernación en septiembre, los días de Pablo Cribioli comenzaron a transitar por senderos bastante más tranquilos. Ahora dedica la mayor parte de su tiempo a hacer relaciones públicas en la parrilla que su hijo abrió en Funes. En el lugar se dan cita hombres de negocios y políticos rosarinos, y parece ser que el dirigente radical no puede con el genio y va de mesa en mesa despuntando el vicio de la charla partidaria. Si bien no se lo ha visto muy seguido transpirar al lado del fuego, algunos de sus amigos aseguran que suele arrimar algunos consejos a los asadores. En realidad parece que por ahora sólo le han confiado la condimentación de las ensaladas. Para empezar no es poco.
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La formalidad de los Bielsa
Un testigo del primer encuentro oficial entre Laura y Rafael Bielsa desde que son funcionarios, uno de la provincia y el otro de la Nación, quedó sorprendido por el trato formal y excesivamente sobrio que se dispensaron los hermanos ante la presencia del gobernador Jorge Obeid. Si bien hubo cordialidad y buena onda, el observador dijo que esperaba otra cosa, sobre todo porque en la reunión no se habló de ningún tema que justificara el celo excesivo por el protocolo. Al parecer no hubo entre ambos ni un sólo gesto que no estuviera a tono con el ámbito donde se desarrolló, es decir la Cancillería, y con la formalidad de sus investiduras. "Todo fue como en la foto que salió en La Capital", abundó el testigo en referencia a la imagen divulgada en la página 6 de la edición de ayer. Allí, efectivamente, se los ve posando rígidos y distantes. ¿Será para tanto?
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Terminó a las corridas
José Pampuro pasaba unos días en la bucólica localidad entrerriana de Libertador General San Martín, más conocida como Puígari. Se trata de un sitio paradisíaco al que muchos famosos (políticos, actores, músicos y tantos otros) concurren para desintoxicarse, dejar de fumar, someterse a tratamientos antiestrés y, en fin, encontrar la paz que no abunda en otros sitios. En eso estaba el hombre cuando sonó su celular y al ver de quién se trataba no tuvo más remedio que atenderlo: era el presidente Kirchner, que interrumpió su descanso y lo hizo viajar inmediatamente a Buenos Aires. En el Sanatorio Adventista todavía se están preguntando si el Ministro de Defensa volverá algún día. |
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 | "Mis convicciones políticas siempre fueron contrarias al acto aberrante que terminé haciendo"
Mario Pontaquarto
El arrepentido que confesó ser el valijero de las coimas en el Senado. | Ver noticia  | |
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