Los misterios del cerebro

Graduado en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires en 1969 y con una prestigiosa carrera como neurólogo de reconocimiento internacional, el doctor Ramón Leiguarda es el alma mater del Fleni. Hoy, como desde hace 27 años, Leiguarda se desempeña como jefe del Departamento de Neurología y ejerce la presidencia de la fundación de esa entidad. También es miembro de la Academia Nacional de Medicina y profesor adjunto de Neurología.

El Fleni, Fundación para la Lucha contra las Enfermedades Neurológicas de la Infancia, es una entidad de bien público dedicada a la prevención, diagnóstico, asistencia e investigación de las enfermedades neurológicas tanto en niños como en adolescentes y adultos.

Consultado sobre los avances más notables en el campo de las neurociencias, Leiguarda señaló que estos tienen que ver con la posibilidad de explorar el cerebro, esencialmente con las denominadas neuroimágenes funcionales, tales como la resonancia magnética funcional o la tomografía por emisión de positrones. "A través de estas técnicas, podemos evaluar funciones cerebrales. Entonces, cuando una persona realiza un movimiento determinado, podemos ver las áreas que se activan, porque son zonas que, a partir de dicha activación, consumen más oxígeno y azúcar, y tienen un metabolismo aumentado. Esto hace que esas regiones sean perfectamente visibles con el equipamiento adecuado".

Algo similar ocurre con las emociones y otras funciones abstractas. "Gracias a esto hoy sabemos cómo se procesa cerebralmente la gratitud, la mentira y la verdad, los gestos solidarios, la meditación religiosa y la creatividad", dijo.

"Se estudiaron un grupo de budas durante el proceso de meditación y se vio que se desactivan todas aquellas zonas que tienen que ver con el conocimiento de uno mismo, con el yo, y se activan aquellas vinculadas con la proyección hacia cuestiones más abstractas". Otro de los aspectos con gran desarrollo es el relacionado con las células cerebrales. Hasta hace muy poco se creía que nacíamos con un número determinado y que con los años se iban muriendo, sin posibilidad de regeneración. "Hoy se sabe que hay células inmaduras en el cerebro llamadas progenitoras, con la capacidad potencial de diferenciarse. Se sabe en qué zonas se localizan dichas células inmaduras, lo cual implica la posibilidad, además de extraerlas y cultivarlas en laboratorio, de encarar diferentes tratamientos", explicó.

Fleni actualmente realiza investigaciones en ambas áreas. La que tiene que ver con el estudio del cerebro a través de las imágenes funcionales y la relacionada con el estudio de la localización y características de las células inmaduras.

Como profundo conocedor del cerebro y sus misterios, Leigarza opina que "el alma es una construcción cerebral". Al respecto agrega: "recién ahora estamos comprendiendo cómo se procesan determinadas funciones cognitivas del cerebro -lo que podría ser la razón- pero aún estamos muy lejos de entender el proceso".