"La boda fue una locura", dice el ex de Britney Spears

El ex marido de la cantante estadounidense Britney Spears, Jason Allen Alexander, comentó ayer que la boda relámpago que celebraron el sábado "fue simplemente una locura".

En declaraciones a la cadena US TV, el amigo de la infancia de la artista, que se hizo famoso de la noche a la mañana, señaló: "Nos miramos y dijimos: Hagamos algo bien loco. Casémonos".

Dos días después del enlace, un tribunal en Las Vegas confirmó el lunes la anulación. La pareja argumentó en la solicitud para anular la boda que no eran compatibles. Tuvieron que confirmar además que Spears, de 22 años, no estaba embarazada y que no habría reclamos monetarios.

El abogado de la cantante, David Chesnoff, desmintió mientras tanto informaciones según las cuales Spears estaba ebria en el momento del enlace.

Según el servicio online "dotmusic", sin embargo, en la justificación presentada al tribunal para anular el matrimonio se decía que a Spears "le faltaba de tal manera la capacidad de entender sus acciones que no estaba en condiciones de aceptar un matrimonio".

Chesnoff dijo que la artista y su amigo tomaron "una sabia decisión" al anular la boda. "Sé que se quieren, son amigos".

Un portavoz de la discográfica de Spears calificó la boda de "una broma que fue demasiado lejos".

Spears y Alexander se casaron la madrugada del sábado en la "Little White Wedding Chapel" de Las Vegas tras una noche de fiesta. Lo que se sabe de lo ocurrido el sábado es que la artista pidió una limusina en medio de una fiesta en el Hotel Palms de Las Vegas y se hizo llevar hasta la capilla en la que en el pasado se casaron, entre otros, Demi Moore y Bruce Willis. Un empleado del hotel la llevó hasta el altar. Vestía jeans y una gorra de béisbol y no estuvieron presentes ni familiares ni amigos.

Spears casada y separada en 24 horas.