| miércoles, 07 de enero de 2004 | Apropiación ilegítima El 21 de diciembre concurrimos a la cena de graduación de uno de mis hijos mellizos (Facundo) en las instalaciones del Sindicato de Vendedores de Diarios y Revistas, ubicado en Buenos Aires entre 9 de Julio y 3 de Febrero. Todos los que asistimos vivimos con emoción la entrada de los graduados, nos alegramos con la alegría que contagiaron y derrocharon por doquier. Como padres recordamos nuestros momentos pasados, la amistad y compañerismo que reinaron toda la noche. Pero, a pesar de que las personas que allí concurrieron eran todas invitadas, es decir que alguien pagó para tal fin, alguno se apropió de la cámara fotográfica que había llevado, que además era prestada. En esa cámara, además de las fotos de esa noche, había fotos del jardín de infantes de mi nena. Esa persona se apropió de recuerdos que no le corresponden y derechos que tampoco le pertenecen. De todos los que llamé tuve la misma respuesta: "La gente que invitamos es incapaz...". ¿Quién fue entonces la gente capaz? Como pasa siempre, nadie fue, pero nosotros nos quedamos sin nuestros recuerdos. Espero que si los familiares y amigos de los chicos de 3º y 2º del ex Colegio Nacional Nº1 que estuvieron allí saben qué pasó con el rollo de esas fotos, me lo hagan saber. Me gustaría pensar que existe otra gente.
Mirta Fandos
enviar nota por e-mail | | |