La historia se repite

En 1996, una ley bonaerense obligó a cerrar a las cuatro de la madrugada a los lugares nocturnos de diversión de esa jurisdicción. La prohibición provocó que los fines de semana centenares de jóvenes de San Nicolás y de localidades del norte de la provincia de Buenos Aires se trasladaran a Villa Constitución y Arroyo Seco para seguir la fiesta.

La situación generó innumerables reuniones entre autoridades nicoleñas y villenses, y la implementación de distintos operativos de seguridad y control para atemperar las consecuencias de la masiva migración nocturna. De todos modos, durante el tiempo que se mantuvo vigente aquella situación se incrementaron los accidentes automovilísticos en la ruta 21 y también los robos en Villa Constitución durante los fines de semana.

"De aquello me acuerdo bien, porque a mi hijo le robaron la moto en ese tiempo, cuando aquí se llenaba de nicoleños. La mayoría venía a divertirse, pero también habían otros que aprovechaban para robar. Si aquí siguen permitiendo la venta de alcohol a cualquier hora va a pasar lo mismo de entonces", advirtió Gregorio.