| domingo, 28 de diciembre de 2003 | El héroe neocelandés Peter Jackson insistió en rodar en su país Uno de los logros de Peter Jackson fue insistir en rodar la película en su Nueva Zelanda natal, donde los costos serían muchos más bajos que en Estados Unidos. Insistió también en que su compañía de efectos especiales, Weta, se encargara del diseño de los efectos. Se dice que la batalla de Pelennor contiene tantos participantes digitales, casi 200 mil, que tuvo que construirse una sala adjunta al edificio de la Weta para colocar los ordenadores necesarios para el trabajo. El realizador demostró, entre otras cosas, que es posible levantar una factoría de efectos especiales en un país apartado como Nueva Zelanda, que compite en igualdad de condiciones con la ILM de George Lucas. Por todo esto, en la capital Wellington la gente se manifiesta en las calles aplaudiendo a Jackson como si fuera un héroe nacional.
Como reconoce el realizador, el hecho de que esta película haya llegado a ser una realidad parte de una "aberración" en la mente de Hollywood, capaz por una vez de invertir 300 millones de dólares en el riesgo de rodar tres películas a la vez con un director y un reparto de perfectos desconocidos.
El resultado fue el de una franquicia millonaria no sólo en la taquilla sino en cualquier otro ámbito comercial que ha recuperado con creces la inversión generando un clásico del cine que ahora sólo necesita un Oscar para su coronación. Cuestión que se definirá en marzo próximo. enviar nota por e-mail | | |