EEUU mantiene el nivel de alerta naranja por temor a atentados terroristas

Al Qaeda habría intentado estrellar un avión comercial en Las Vegas

Nueve sospechosos con pasajes de Air France fueron interrogados y puestos en libertad en Francia

Washington. - Autoridades estadounidenses temían que algunos pasajeros que abordaran uno de los vuelos de Air France de París a Los Angeles, cancelados esta semana por razones de seguridad, pudieran intentar estrellar un avión en Las Vegas y no en Nueva York, informó ayer el periódico The Washington Post. El jueves, un día después de que Air France canceló seis vuelos entre París y Los Angeles a petición de EEUU, autoridades dijeron que temían una repetición de los ataques del 11 de septiembre de 2001, donde murieron unas 3.000 personas.

Según el Post, los funcionarios estadounidenses notaron que un vuelo de París a Los Angeles cruzaría la Bahía de Hudson y el este de Canadá antes de entrar en el espacio aéreo estadounidense sobre Minnesota y después dirigirse al sur de California. Como las rutas de las aerolíneas comerciales son vigiladas estrictamente y los desvíos revisados de inmediato, un vuelo secuestrado de París a Los Angeles hubiera tenido relativamente pocos centros muy poblados para atacar. "La única gran ciudad cerca de esta ruta es Las Vegas, la cual ellos podrían considerar un blanco apropiado y atractivo", dijo el Post citando a un funcionario del gobierno no identificado. Por esta razón los investigadores consideran difícil que terroristas planearan desviar uno de los aviones de Air France con destino París-Los Angeles hacia una ciudad tan lejana de esa ruta como Nueva York.

Expertos en inteligencia destacaron que luego del atentado del 11 de septiembre de 2001, los controladores de vuelo civiles y militares hacen un seguimiento de los aviones comerciales para asegurarse de que no se desvíen de las rutas previstas. Si un avión modifica su plan de vuelo y el piloto no ofrece una explicación creíble que lo justifique, un avión de combate podría interceptarlo e incluso derribarlo.

Un portavoz del Ministerio del Interior de Francia dijo que nueve personas con pasajes en el vuelo 68 de Air France la víspera de Navidad fueron interrogados y puestos después en libertad. Cuatro eran ciudadanos estadounidenses, dos alemanes, un argelino, un francés y un belga, agregó. Los nombres de estas personas habían sido proporcionados a la CIA por los servicios secretos franceses. También fue investigado el resto de los pasajeros de los vuelos entre París y Los Angeles, incluso los que no se presentaron para abordar el avión. El número de personas que se ausentó no fue sin embargo mayor de lo habitual, aclaró la policía francesa.

Una portavoz de Air France dijo que el servicio regular entre París y Los Angeles se había reanudado ayer.

Aunque el ataque no se concretó, y pese al refuerzo de la seguridad en todo el país implementado desde que se elevó el nivel de alerta terrorista al segundo mayor grado, el domingo pasado, el gobierno estadounidense aún teme que Al Qaeda cometa otro atentado con aviones. "Seguimos preocupados acerca del deseo de Al Qaeda de usar un avión como arma", dijo el vocero del Departamento de Seguridad Nacional estadounidense, Brian Roehrkasse.

Para evitar un ataque de ese tipo, los funcionarios de las agencias de seguridad de EEUU examinan cuidadosamente las listas de pasajeros y tripulantes de cada avión que tiene previsto aterrizar en cualquier ciudad del país. En Washington, la policía desplegó rampas de lanzamiento de misiles y restringió el tráfico por varias calles del centro cercanas a edificios gubernamentales.

El alarma por ataques contra objetivos estadounidenses se extendió al Reino Unido y Holanda. (Reuters, DPA y AFP)

Air France canceló seis vuelos hacia Los Angeles.