| sábado, 27 de diciembre de 2003 | Comienza a llegar ayuda internacional Teherán.- La comunidad internacional comenzó a enviar socorristas y ayuda económica a Irán, tras el violento terremoto de ayer, que dejó al menos 20.000 muertos y más de 30.000 heridos en la ciudad de Bam, informaron fuentes oficiales iraníes.
Voceros de la Defensa Civil iraní precisaron que a la zona ya comenzaron a llegar los equipos de rescate procedentes de otros países, que buscan sobrevivientes bajo los escombros.
A primera hora de la mañana en Irán (el inicio de la madrugada en Argentina) llegaron al aeropuerto de Kerman los primeros aviones con efectivos y especialistas en atención de emergencias procedentes de Suiza, Alemania, Rusia y el Reino Unido, dijo Assadollah Iranmanesh, titular de la oficina del gobernador en la provincia.
Por su parte, el gobierno iraní movilizó "varias decenas" de aviones militares para trasladar a los heridos desde los hospitales de la zona, completamente saturados, hacia Teherán.
Defensa Civil precisó además que el terremoto provocó el desabastecimiento de medicamentos y alimentos, así como la interrupción inmediata del suministro de agua y electricidad.
El presidente de Irán, Mohamed Jatami, solicitó la ayuda internacional ante la magnitud del desastre.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores declaró que su gobierno aceptará la ayuda de todos los países del mundo, incluyendo a Estados Unidos, pero rechazará la de Israel.
En tanto, Madeleine Moulin-Azevedo, del Departamento de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, dijo que lo que se necesita con urgencia son medicamentos, carpas, hospitales móviles, generadores de electricidad, equipos purificadores de agua y frazadas.
Fuentes de los equipos de rescate dijeron a la agencia estatal Irna que unos 5.000 cadáveres ya fueron enterrados en fosas comunes para evitar la propagación de enfermedades.
El sismo, de una magnitud de 6,3 en la escala de Richter, sorprendió a los casi 100.000 habitantes de Bam durmiendo, causó heridas a la mitad y destruyó el 60 por ciento de los edificios, según testigos.
El balance de más de 5.000 muertos difundido ayer por el gobernador de la provincia de Kerman, Mohamed Ali Karimi, aumentó anoche a más de 20.000, según fuentes del gobierno citadas por los medios de comunicación locales y las agencias de noticias. (Télam) enviar nota por e-mail | | |